Debido a la falta de mantenimiento el asfalto se rompe y además el pasto y la gramilla empiezan a comer el pavimento de la bicisendas. A eso se suma el deterioro de la señalización.
La medida de confinamiento adoptada en el país como prevención por la rápida propagación del coronavirus ha hecho que se modificaran algunos hábitos o costumbres y ha generado que muchas personas se volcaran a hacer más actividad física.
La imperiosa necesidad de salir de sus casas y la sensación de encierro que muchos ciudadanos experimentaron durante este tiempo generó que se incrementara la venta de bicicletas.
Este aumento en la cantidad de ciclista en Mar del Plata encontró que la infraestructura para circular no sea la adecuada y la que existe no está en buenas condiciones de mantenimiento.
Es el caso de las Bicisendas de la Ruta 11, que une Mar del Plata con Santa Cara del Mar, y también la ubicada en la Ruta 88 que conecta nuestra ciudad con Batán.
Según pudo comprobar Loquepasa.net, luego de recibir varias denuncias de ciclistas, la falta de mantenimiento hace que estas Bicisendas tengan en varios sectores el asfalto en malas condiciones, hay un avanzado deterioro en la señalización y además el pasto y la gramilla empieza a comer el pavimento.
Viendo estas falencias y las dificultades para circular en bicicleta en sectores como la costa, desde el Ejecutivo municipal elaboraron un proyecto para construir una red de ciclovías en el corazón de la ciudad. El mismo ya fue aprobado por el Concejo Deliberante y en breve comenzarían las obras.
Está claro que la ciudad está sumamente retrasada en la materia y necesita urgentemente infraestructura ante el aumento de ciclistas. Además de la red de ciclovías, es necesario reparar las Bicisendas de ruta 11 y 88.
Fuente: loquepasa.net
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