A pesar de ser declarado como industria esencial, el sector siente el efecto de la cuarentena. Atención con horario reducido y cumplimento de todos los protocolos de seguridad.
A pesar de ser declaradas como industria esencial en la cuarentena, las panaderías y confiterías de la ciudad redujeron sus ventas en un “60 o 65 por ciento, promedio”, aunque en determinadas zonas geográficas la caída fue “aún mayor”.
“Estamos produciendo, en horario reducido, y respetando todo el protocolo de seguridad para los empleados y la atención al público”, explicó el titular del Centro de Industriales Panaderos de Mar del Plata, Carlos Monzón.
Las panaderías y confiterías trabajan con “todos los recaudos de seguridad e higiene”, mientras que para la atención al público se respetan las normas de distanciamiento social, exhibición de alcohol en gel y barbijo para los despachantes. El horario de expendio es de 8 a 19, como máximo.
A pesar de ser consideradas “industria esencial” por el decreto presidencial que ordenó el aislamiento social obligatorio preventivo (ASOP), las ventas se vieron reducidas. “Hay lugares que están trabajando un 10 o 15 por ciento a lo que lo hacían. Depende mucho de la zona geográfica en la que este instalado el negocio”, dijo Monzón.
Desplome
De acuerdo a un relevamiento del centro industrial marplatense, las panaderías y confiterías más afectadas son las ubicados en la zona del micro y macrocentro, ya que el nivel de desempeño “oscila entre un 10 ó 15 por ciento a lo que lo hacían”, básicamente porque en esos sitios se respetó con mayor rigurosidad la cuarentena y también debido a que “todos los bares y confiterías están cerradas”.
“En algunos lugares la cuarentena se cumple muy estrictamente, sobre todo en el centro. Ahora cuando abrieron los bancos empezó a normalizarse un poco”, aseguró Monzón.
A lo largo del aislamiento, los precios de los insumos no sufrieron aumentos aunque “a principios de marzo, antes de la cuarentena, el azúcar aumentó mucho y ese es un insumo muy importante para las pastelerías”, reseñó Monzón y aclaró que el precio de la tonelada del trigo está “dolarizado, ya que es un commoditie internacional”. “Hasta ahora se viene manteniendo”, explicó.
El dirigente pidió “paciencia para ver cómo se empieza a trabajar” una vez superada esta etapa de la cuarentena obligatoria aunque adelantó: “Sabemos que no se levantará al 100 por 100, así que nos iremos adaptando a los nuevos horarios”.
La ciudad cuenta con 400 panaderías y confiterías, de las que 75 están afiliadas al Centro de Industriales Panaderos de Mar del Plata.
Fuente: Diario La Capital
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