A favor de una distribución equitativa de la riqueza, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner decretó hace ya tres años la “Asignación Universal por Hijo para Protección Social“.
Con fondos de la ANSES, este ingreso mensual de 180 pesos -hoy $ 340- para padres de hijos menores de 18 años que se encuentran desocupados o que trabajan en el mercado informal, representó una de las conquistas sociales más importantes del modelo Nacional y Popular, al punto que muchos de los militantes, funcionarios y miembros de organizaciones sociales exigen su incorporación a la Constitución.
La medida inclusiva nació para asegurar la educación y la atención sanitaria de los niños y niñas pertenecientes a los sectores más vulnerables de la Argentina. En detalle, la asignación implicó que hasta los cuatro años cumplan con los controles sanitarios y el plan de vacunación establecido por el Ministerio de Salud, además de la revisación médica anual obligatoria. Desde los cinco y hasta los 18, los padres deben garantizar la concurrencia de sus hijos a escuelas y colegios públicos.
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