En este marco, desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires lanzaron un comunicado para advertir sobre la necesidad de consumir una suficiente cantidad de líquido a partir de este mes.
Recomendaciones para el uso responsable del agua
"Todo el año debemos mantenernos hidratados, pero en esta época en especial es necesariamente importante el consumo de agua para evitar la deshidratación", remarcaron a través de un comunicado.
“Considerando las temperaturas en esta época del año, es importante hidratarse correctamente para prevenir un golpe de calor. Es conveniente tomar más líquido del habitual, sin esperar a tener sed, prefiriendo siempre el agua segura frente a cualquier otro tipo de bebidas”, recomendó la licenciada en Nutrición Josefina Locatelli (MP 4095), integrante del organismo.
En efecto, las y los nutricionistas recomiendan beber al menos dos litros de líquidos, sin azúcar, sin edulcorantes, preferentemente agua potable a lo largo del día.
Sin embargo, las necesidades varían a lo largo de la vida y se incrementan ante situaciones como el estrés crónico, la actividad intensa, el ejercicio físico, temperaturas extremas de mucho calor, la fiebre, la pérdida de agua por vómitos o diarreas, la diabetes descompensada, entre otras.
“El agua se encuentra en distintas proporciones en algunos alimentos, como por ejemplo las frutas y verduras”, recalcó la también licenciada en Nutrición y miembro del Colegio, Érica Bianquet (MP 1282). Aunque también advirtió que “hay que tener en cuenta que sustancias como la cafeína y el alcohol aumentan las pérdidas de agua por orina debido a su efecto diurético”.
De este modo, los requerimientos de líquidos deben ser cubiertos priorizando siempre el consumo de agua segura. “En caso de no contar con agua corriente, podemos convertir en agua segura el agua de otras fuentes, como pozo, aljibe, o cisterna, entre otras, colocando dos gotas de lavandina por cada litro de agua, y dejándola reposar por 30 minutos”, agregó la profesional.
Niños y ancianos, los más vulnerables
Los grupos más vulnerables a la deshidratación son los adultos mayores, las embarazadas y los niños y niñas pequeños, ya que en ellos la señal de alarma de la sed está disminuida. En este sentido, aseguran, es fundamental insistir para incorporar el hábito de la ingesta adecuada de agua.
“Una botella cerca de los lugares de descanso de los adultos mayores puede ser útil para que puedan dimensionar cuánta agua toman en un día”, explicó Bianquet, y agregó que es recomendable que la ingesta sea principalmente por la mañana, mediodía, tarde y no tanto por la noche "para que puedan descansar bien sin necesidad de levantarse para ir al baño”.
En cuanto a niños y niñas, advirtieron, es fundamental darles “un mensaje claro y concreto sobre la importancia que tiene el agua en su cuerpo”, además de “la disponibilidad de agua segura en la mesa y lugares accesibles a ellos”, indicó la nutricionista.
Tomar agua en las comidas, ¿sí o no?
Hay quienes sugieren evitar el consumo de agua en las comidas porque aseguran que genera aumento de peso. Sin embargo, Bianquet señaló que “el agua no aporta calorías, no engorda y se puede tomar antes, durante y después de las comidas".
"Si se toma mucha agua durante una comida es posible que la digestión suceda de manera más lenta debido a que los jugos gástricos se diluyen en el agua, lo que podría provocar una sensación de pesadez pasajera pero de ninguna manera un aumento de peso”, agregó.
Recomendaciones frente al calor
- En días de temperaturas altas, el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aire refuerza algunas medidas preventivas:
- Tomar agua segura con frecuencia, aunque no se sienta sed.
- Moderar el consumo de bebidas con cafeína o alcohol ya que pueden hacer perder mayor líquido corporal.
- Prestar especial atención a bebés, niñas y niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades que puedan agravarse con el calor y la deshidratación.
- Permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescarse cada vez que uno lo necesite.
- Moderar la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas más calurosas, luego del mediodía.
- Usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
- Hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor, como son las ensaladas, frutas, verduras y jugos, entre otras.
- Consultar al médico ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
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