Estar triste de forma constante, sentir un vacío, tener sentimientos de desesperanza, tener dificultad para concentrarse o dormir, sentir irritabilidad, problemas con la alimentación o haber perdido el interés por los pasatiempos o las salidas con amigos, son algunos de los signos de la depresión, una enfermedad mental que a nivel mundial afecta al 4,4% de la población(2), lo que representa algo más de 300 millones de personas.
Un estudio argentino demuestra que el 8,7% de los mayores de 18 presentarán trastorno depresivo mayor en algún momento de su vida, cuadros que se estarían incrementando por las características inéditas de esta pandemia.
El Dr. Marcelo Cetkovich, médico psiquiatra universitario, vicepresidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP), afirmó que “si bien hay estados de angustia y depresión que se encuadran dentro de las reacciones esperables frente a un escenario inesperado, como esta pandemia, sin lugar a dudas todo este contexto va a ser un gran disparador de trastornos mentales”.
“La imposibilidad de despedirse del ser querido y los duelos complicados que trajo la pandemia son algunas de las situaciones que están generando una gran afluencia de consultas y seguramente produzcan un alza en la incidencia de trastornos mentales. Además, algo que hemos visto es la complicación de los casos de las personas que ya estaban diagnosticadas con trastornos mentales, por no realizar los controles adecuados o haber interrumpido sus tratamientos. Por otro lado, si hay un efecto beneficioso que trajo esta pandemia fue la posibilidad de instalar el tema de la salud mental en los medios de comunicación, algo que antes era menos frecuente”, sostuvo el Dr. Cetkovich.
“Ni bien se inició la cuarentena hicimos una encuesta y detectamos que más del 40% de los consultados manifestaba síntomas de depresión y ansiedad. Es importante aclarar que, bajo ciertos contextos, estas son formas de reacción normales, ya que se trata de situaciones en las que no podemos escapar o que nos generan mucha incertidumbre. Las emociones son un dispositivo con el cual nos ha dotado la naturaleza para lidiar con un entorno incierto y amenazante. Por ejemplo, un duelo es una depresión fisiológica, que permite lidiar con la pérdida de un ser querido. Esto hay que señalarlo porque, si no, estamos patologizando la vida cotidiana”, aclaró el Dr. Cetkovich, quien también es Jefe del Departamento de Psiquiatría de la Fundación INECO.
No obstante, Cetkovich advirtió que hay que estar atentos a la persistencia de los síntomas. “La depresión no es tristeza, ni estar cansado; implica la pérdida de interés en las cosas que interfiere con la capacidad de funcionamiento cotidiano. Cuando estos sentimientos no permiten que la persona pueda cumplir con sus obligaciones, con sus deseos y/o planes, es momento de consultar”, aseguró.
Para la Dra. Clara Rodríguez, médica psiquiatra del Departamento de Psiquiatría de la Fundación INECO, “una persona profundamente deprimida puede quedarse en la cama y no tener ganas de hacer nada, pero también puede seguir haciendo cosas con mucho esfuerzo; es clave darse cuenta de la persistencia de los síntomas: los podemos ver angustiados, irritables, tienen poca energía, padecen alteraciones del sueño, entre otras cosas, persistentemente en el tiempo”, afirmó.
En la Argentina, en 2019, unas 3.297 personas fallecieron por muerte autoprovocada. La mayor cantidad de decesos por esta causa se concentra en la franja etaria que va de los 20 a los 24 años y tiene como principal patología de base el trastorno depresivo mayor. Más del 80% de esas muertes (2.714) correspondieron a varones.
En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), bajo la denominación de ‘Septiembre Amarillo’ promueve conmemorar durante ese mes -y particularmente el día 10 de septiembre- como el Mes y el Día Mundial para la Prevención del Suicidio(4), una situación límite, pero que puede prevenirse en el 90 por ciento de los casos. La iniciativa es promovida también por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP por su sigla en inglés).
Adhiriendo a esta iniciativa, desde el laboratorio Pfizer desarrollarán una campaña denominada ‘Busca el Sol’ con el hashtag #DepresiónsinEstigma, con el objetivo de visibilizar esta enfermedad mental de la cual ninguna persona está exenta y concientizar sobre la importancia de reconocer sus signos para que, tanto el paciente como su entorno, busquen ayuda a tiempo. Asimismo, la campaña cuenta con una página web: www.septiembreamarillo.com que cuenta con información detallada acerca de la iniciativa y cuotas de información relevante para todo tipo de público. Acompañan la iniciativa la Fundación INECO, la Fundación Clínica de la Familia, el portal iPsiquiatria.com, la Asociación Argentina de Psiquiatras y la Fundación para el Estudio y tratamiento de las Enfermedades Mentales.
Fuente: puntonoticias.com
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