El intendente municipal Gustavo Pulti y el Administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento, Lucio Tamburo, firmaron este miércoles el convenio específico para el llamado a licitación pública internacional -en la segunda quincena de octubre- de la Planta Depuradora de Efluentes Cloacales de Mar del Plata.
Este encuentro se llevó a cabo en instalaciones del ENOHSA, organismo descentralizado de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación, luego de haber recibido la no objeción técnica por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). De la firma del convenio participaron también el presidente de Obras Sanitarias Mar del Plata – Batán (OSSE), Mario Dell’ Olio; y la asesora legal del ENOHSA, Gabriela Tamame.
En la oportunidad el Intendente recordó que “el Banco Interamericano de Desarrollo ha dado su acuerdo para el financiamiento de esta obra de 310 millones de pesos y hoy quedo fijada la fecha para el llamado a licitación. La planta nueva y el emisario submarino constituyen la obra de saneamiento ambiental más importante de la historia de Mar del Plata, pero además esta obra que vamos a licitar el mes próximo, y que tendrá un plazo de ejecución de 18 meses, es una oportunidad real de trabajo para al menos 250 vecinos de Mar del Plata y Batan.”
En ese sentido, Pulti señaló que “esto significa que -en materia de tratamiento de efluentes cloacales- se está llegando al 97 % de personas con servicios, que es un número significativo en el contexto de América Latina. A partir de este emprendimiento Mar del Plata tiene la respuesta ambiental que necesita una ciudad que produce alimentos, que genera recursos a través del turismo”, finalizó.
Cómo funcionará
Emplazada sobre la Ruta 11 en terrenos que ya son propiedad del Municipio, la nueva estación funcionará a 600 metros de la planta Ingeniero Baltar. Se estima que su puesta en marcha duplicará la capacidad de tratamiento de los efluentes cloacales, teniendo un potencial de servicio para 1.800.000 habitantes. “Esta infraestructura no está pensada solo para resolver el problema ambiental actual, sino que prevé que la población se triplique” enfatizó Dell’Olio.
Las nuevas instalaciones tendrán por objetivo la reducción gradual de la materia orgánica vertida, a través del empleo de conductos de enlace con dos cañerías que funcionarán a gravedad, conduciendo el efluente crudo y el líquido tratado hacia la nueva Estación y luego desde ésta, hacia el mar. El predio contará con rejas de desbaste de tipo vertical de acero inoxidable y un sistema de limpieza mecánica, sumado a la estación elevadora de líquido crudo en la que se colocarán bombas cloacales sumergibles con una capacidad total de 8 metros cúbicos por segundo.
También tendrá una sala de cribas para la realización de un desbaste fino, mediante tamices rotativos auto limpiantes de acero inoxidable para retener sólidos. Estos procesos serán estancos y los sólidos separados serán deshidratados a menos de un 75 por ciento de humedad.
Se incorporará a su vez, un desarenador/desengrasador con puente barredor de grasas y extracción de arenas, con aire para favorecer la flotación de grasas. Por último un filtrado biológico separará las cámaras húmedas de los recintos secos cerrados, permitiendo así preservar la calidad del aire.
La obra ambiental más importante de la historia de Mar del Plata
La construcción del Emisario Submarino llegó a su etapa final en su quinto año de realización, con una inversión de más de 500 millones de pesos y une los 4.200 metros situados en el mar con el tramo que une el continente. Se trata -sin lugar a dudas- de la obra ambiental más grande de la historia de Mar del Plata y se ha hecho con la concurrencia de ENHOSA (Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento) por medio del 100% de su financiamiento y la parte inspectora de obra ha estado a cargo de OSSE por medio de sus técnicos.
Beneficios económicos y urbanísticos
La construcción del Emisario Submarino y de la Estación Depuradora de Aguas Residuales acarreará importantes beneficios para el partido de General Pueyrredon, tanto desde el punto de vista ambiental como el urbanístico y el económico.
En primer lugar, el funcionamiento de las nuevas instalaciones preservará la calidad recreativa de las aguas del frente costero local, elemento clave en el mantenimiento y el progreso de la actividad turística. Por otra parte, las nuevas instalaciones estarán ubicadas en el centro de un área forestada, lo que no solo permitirá distanciarlas del sector residencial e incluso de las vías de circulación sino que ayudará a mitigar su impacto visual y la generación de olores.
Estos beneficios fueron planteados a vecinos, especialistas, profesionales y representantes de instituciones relacionadas con la temática durante una Audiencia Pública Consultiva realizada en septiembre de 2013 en el recinto de sesiones del Concejo Deliberante. El encuentro finalizó con el apoyo de los participantes al proyecto.
Un poco de historia
Estas obras son proyectos coordinados por la Municipalidad de General Pueyredon enmarcados en una extensa historia local de preocupación por los recursos naturales y las condiciones sanitarias de la población. Proteger la calidad recreativa de las aguas que bañan este sector costero y mejorará las condiciones urbanísticas de la zona.
En 1913 en Argentina aún se conservaban los ecos del festejo de los 100 años de la Revolución de Mayo y el país se disponía a conmemorar el centenario de la Independencia. En la ciudad de Buenos Aires se recibían felicitaciones y obsequios de los Estados soberanos del mundo.
Mar del Plata era una ciudad joven pero ya comenzaba a ser la elegida para el descanso veraniego de las familias acaudaladas del país. Desde su fundación, la población se había multiplicado por diez: mientras que los datos arrojados por el primer censo de 1881 reflejaban un total de 4.030 habitantes, en 1913 se estaban alcanzando los 40.000.
Los episodios de fiebre amarilla y cólera que habían tenido lugar en distintos centros urbanos indicaban que el comienzo de obras locales de saneamiento sanitario no podía demorarse. Las autoridades municipales decidieron entonces la realización de varios trabajos para la provisión de agua potable y la construcción de la primera cloaca máxima.
La obra fue un éxito, los incesantes movimientos migratorios fueron acrecentando la población de Mar del Plata. En efecto, los 123.811 habitantes que la ciudad registraba en 1947 se convirtieron en 224.824 en 1960. En 1970 el número ascendía a 323.350; en 1980 a 434.160 y en 1991 a 532.845. Los últimos censos arrojaron 564.056 habitantes en 2001 y 618.989 en 2010.
El incremento poblacional obligó a Mar del Plata a generar nuevas obras para poder dar solución a cuestiones urbanísticas, sanitarias, de seguridad y laborales, entre otras. Las autoridades municipales comprendieron que aquella primera experiencia de saneamiento ambiental debía profundizarse. Había que avanzar con un plan integral. Así fue como en 1961 se construyó la segunda cloaca máxima. En 1980 y 2000 llegarían la tercera y la cuarta.
Durante la década del ´80 se resolvió la creación de una planta de efluentes para recibir y tratar los residuos del partido de General Pueyrredon antes de ser volcados al mar. Aunque aquella cloaca de 1913 sigue funcionando, en 2014 el Municipio debe seguir pensando en obras de saneamiento ambiental que no solo continúen sino profundicen las políticas de preservación de los recursos naturales y de protección de las condiciones sanitarias de la comunidad.
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