De un total de 219 trabajadores relevados, 142 no se encontraban legalmente registrados. También se encontraron 6 casos de explotación adolescente e infantil. Los controles se realizaron en el cordón rural que rodea a Miramar, Otamendi, Balcarce y Batán
Casi 150 trabajadores no registrados, 4 casos de trabajo adolescente y 2 de explotación infantil, fue el saldo que dejó una serie de operativos realizados recientemente en la zona rural que rodea al partido de General Pueyrredon.
Las cifras del informe elaborado por el Ministerio son alarmantes. En total fueron relevados 219 trabajadores que desarrollaban tareas en 19 establecimientos rurales de distintas dimensiones. De ese total, 77 (35.15%) se encontraban debidamente registrados, mientras que 142 trabajadores (64.85%) no contaban con la Clave de Alta Temprana.
Esta última serie de operativos se desarrolló entre mediados de marzo y fines de abril. Así, en tan solo un mes y medio se encontró que casi el 65% de las personas relevadas no se encontraba inscriptas legalmente.
Entre aquellos 219 jóvenes y adultos relevados por la Delegación Mar del Plata del Ministerio de Trabajo de Nación, solo el 35% se encontraba en blanco.
Sin embargo, el informe es tan solo un termómetro de la situación real de trabajo en negro y explotación que persiste en los campos y la región.
El número real de personas en conflicto en la zona rural desborda a las autoridades y el empleo no registrado en los campos continúa siendo un espacio en blanco dentro de las estadísticas.
Cifras extraoficiales sostienen que alrededor del 25% de los trabajadores del sector no está declarado, pero se sabe que la cifra es aún mayor.
En pleno siglo XXI aún persisten mecanismos de “trabajo esclavo” a poco más de 30 minutos del microcentro y, a pesar del incremento en los controles para detectar irregularidades, la cantidad de personas -argentinas y de origen extranjero- en conflicto resulta oficialmente incalculable.
Si bien en la zona la problemática se agudiza sobre el cordón frutihortícola, el trabajo no registrado parecería no distinguir ubicación, sexo, edad ni nacionalidad. La falta de cifras oficiales da cuenta de la gravedad de la problemática.
TRABAJO INFANTIL Y ADOLESCENTE
Según el relevamiento, fueron detectados 4 casos de trabajo adolescente y 2 de explotación infantil, de los cuales “ninguno se encontraba debidamente registrado”, aclara el informe.
En todos los casos fueron labradas las infracciones correspondientes. Es decir, 4 actas de constatación de Trabajo Adolescente y 2 de Trabajo Infantil Prohibido.
Las actas de trabajo infantil, según aclara el informe, “fueron confeccionadas antes del lunes 30 de abril, fecha en que entrara en vigencia la obligatoriedad de denunciar penalmente a quién empleara a niños, situación que se le informó a los empleadores”.
Redacción El Atlántico
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