El Proyecto de la senadora marplatense Cristina Di Rado para la Promoción de la Convivencia Libre de Violencia en el Entorno Escolar, más conocido como bullying, fue aprobado en la Legislatura.
La senadora provincial María Cristina Di Rado (FPV), es autora del proyecto de ley destinado a prevenir e intervenir en las situaciones de violencia en las escuelas, especialmente aquellas que se dan bajo la forma de acoso o maltrato escolar entre pares en nuestro sistema educativo.
Según destaca la legisladora marplatense, a través de esta iniciativa que fue aprobada en la última sesión de la Legislatura, se establecen “los principios y criterios que orienten el diseño e instrumentación, evaluación y control de las políticas públicas a los efectos de reconocer, prevenir, atender y erradicar la violencia en el entorno escolar, especialmente el maltrato entre pares”, más conocido como bullying.
La senadora provincial María Cristina Di Rado (FPV), es autora del proyecto de ley destinado a prevenir e intervenir en las situaciones de violencia en las escuelas, especialmente aquellas que se dan bajo la forma de acoso o maltrato escolar entre pares en nuestro sistema educativo.
Según destaca la legisladora marplatense, a través de esta iniciativa que fue aprobada en la última sesión de la Legislatura, se establecen “los principios y criterios que orienten el diseño e instrumentación, evaluación y control de las políticas públicas a los efectos de reconocer, prevenir, atender y erradicar la violencia en el entorno escolar, especialmente el maltrato entre pares”, más conocido como bullying.
Por la misma, destacó que se buscó “diseñar los mecanismos, instrumentos y procedimientos para garantizar el derecho de las personas que integran la comunidad educativa a una vida libre de violencia en el entorno escolar promoviendo su convivencia pacífica”, como así también “impulsar la coordinación interinstitucional para medir, diagnosticar, abordar, prevenir y contribuir a erradicar la violencia en el entorno escolar”.
Para Di Rado, este tipo de violencia se ejerce por la distinción y exclusión basada en el origen étnico, de ciudadanía, sexo, edad, discapacidad, condición social, económica, de salud, embarazo, lengua, religión, opiniones, preferencias sexuales o estado civil, “tienen por efecto impedir, disminuir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la igualdad real de oportunidades de las personas que integran la comunidad educativa”.
El maltrato entre escolares o las mismas conductas de maltrato e intimidación “genera entre quien ejerce violencia y quien la recibe una relación jerárquica de dominación – sumisión, en la que el estudiante generador de maltrato vulnera en forma constante los derechos fundamentales del estudiante maltratado”, sostiene Di Rado, quien argumentó que esto ocasiona “repercusiones en su salud, bajo rendimiento en su desempeño escolar, depresión, inseguridad, baja autoestima, entre otras consecuencias que pongan en riesgo su integridad física y mental”.
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