Continúan las diligencias para individualizar a los autores de los ataques que terminaron con personas heridas, varios vidrios, dependencias y autos destrozados y un vehículo incendiado.
A una semana de los incidentes que terminaron con intensos actos de violencia frente al Palacio Municipal, la causa judicial continúa en etapa de diligencias y todavía no se produjeron novedades.
Vale recordar que, como consecuencia de los hechos de violencia, la Municipalidad radicó una denuncia penal y la investigación quedó en manos del fiscal Marcos Pagella.
En estos días continúan las rondas testimoniales, recolección de datos, análisis de las imágenes, entre otras acciones tendientes a individualizar a los responsables de las agresiones que tuvieron un saldo de varios empleados municipales con heridas, gran cantidad de vidrios rotos, algunas oficinas destrozadas, varios autos agredidos y uno de ellos incendiado con una bomba molotov.
El fiscal había recibido fotografías digitales y, a la vez, solicitó las filmaciones de diversos medios que se encontraban cubriendo el hecho y había adelantado que en ese material "se ven claramente actitudes de hostigamiento", por lo que consideró que será "factible" identificar a los responsables de las agresiones.
Es de destacar que los incidentes del martes pasado fueron los más graves que se cometieron contra el patrimonio comunal, teniendo en cuenta las lesiones sufridas por algunos empleados y el nivel de destrozos.
El disparador de los ataques fue el enfrentamiento entre dos sectores de la industria del pescado, que buscaban dar a conocer sus problemáticas en el Concejo Deliberante. Por un lado el Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP) que nuclea a los trabajadores del sector, que se encuentran debidamente registrados y la la Unión de Trabajadores del Pescado y Afines (Utpya) que representa a trabajadores cooperativizados.
Si bien ambos querían usar la banca 25 para exponer su realidad, los concejales resolvieron escucharlos por separado, en reunión de presidentes de bloques, para evitar que se "crucen" en el recinto.
Los representantes del SOIP fueron recibidos en primer término y luego fueron convocados el titular de Utpya, Roberto Villaola y el referente de la CTA provincial, Raúl Calamante, quienes habían llegado acompañados por unos 300 manifestantes. Los dirigentes ingresaron por las cocheras del palacio municipal. De allí no salieron por un largo tiempo, según denunciaron ellos mismos porque fueron "emboscados" por afiliados al SOIP, que les impidieron acudir a las dependencias del HCD.
Lo cierto es que después de varios minutos en la cochera, se retiraron del municipio, aduciendo que realizarían una conferencia de prensa, pero al momento de la desconcentración comenzaron a volar las piedras, rompiendo vidrios y dañando los automóviles que se encontraban estacionados frente al palacio municipal.
Incluso algunos manifestantes intentaron ingresar al edificio por la oficina de la Secretaría de Legal y técnica, que se encuentra justo en la esquina de Luro e Hipólito Yrigoyen.
Esta intensión fue impedida por los efectivos policiales que estaban de guardia desde temprano.
Hubo disparos de balas de goma e incluso algunas luchas "cuerpo a cuerpo" para evitar el ingreso de los manifestantes a la Municipalidad.
Testigos del hecho e incluso el propio intendente Gustavo Pulti, en una conferencia de prensa, señalaron que durante los incidentes aparecieron cadenas y picos con los que rompieron las baldosas que se convirtieron en los proyectiles que provocaron los destrozos.
Incluso el jefe comunal denunció que esos actos de violencia no fueron espontáneos, sino que estaban preparados, especialmente para atentar contra la paz social de la ciudad.
Fuente: Diario LaCapital
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