El viceministro de Economía, Axel Kicillof, apuntó contra una nota publicada en la portada del diario El Cronista. Aseguró que no existe un proyecto de pesificación de la economía: “es un invento de unos vivos que se quieren hacer una primavera”.
El viceministro de Economía, Axel Kicillof desmintió ayer en la conferencia de prensa en la que explicó cuál era el plan de Repsol para vaciar YPF, la existencia de un plan oficial para impulsar una pesificación de la economía, y denunció que un conjunto de grandes actores económicos y mediáticos quieren que se aplique una megadevaluación para abultar su rentabilidad a costa del pueblo. El funcionario calificó de “invento y manifestación de deseos que se transforma en noticia” el título de tapa de ayer del diario El Cronista, que aseguró que el gobierno nacional avanzaría en ese sentido. “Quieren que devaluemos, quieren crear una corrida cambiaria”, subrayó.
“Como todo el mundo sabe no tenemos la necesidad de acaparar dólares. No estamos en el 2001, época en la que los mismos bancos que operan ahora fogonearon las medidas drásticas que tomaron los gobiernos”, recordó Kicillof. Además, agregó que “se trata de un invento total para que algunos vivos se hagan una pequeña primavera” y que la nota “no es más que una operación de prensa”.
El Cronista, diario del empresario y diputado nacional Francisco de Narváez, publicó en su edición de ayer que Kicillof tendría armado un proyecto para impulsar la pesificación de todos los contratos comerciales y financieros y abolir los últimos artículos que subsisten de la Ley de Convertibilidad, lo que generó la fuerte reacción del gobierno nacional. “Los que les hacen caso a estos rumores son los que se quedan atados a situaciones que se quieren generar. Y después las cosas no pasan y la gente queda atada a situaciones de las que es difícil salir”, advirtió Kicillof.
Por su lado, el jefe de Gabinete nacional, Juan Manuel Abal Medina, sostuvo en una entrevista radial que la nota de El Cronista es “una falacia que busca generar incertidumbre y caos”. Y agregó: “Estoy francamente sorprendido. Si uno tuviera en la facultad una materia que se llamara ‘Operaciones de Prensa I’, este sería un claro ejemplo”, ironizó.
Abal Medina descartó además que exista un debate al interior del gobierno nacional para desdolarizar contratos y créditos. “Lo que hacen es dañar la economía de los argentinos. Se debe hablar, poner sobre la mesa y mostrar la locura y la ridiculez de querer asustarnos con estas cosas. Lamentablemente, mucha gente en la Argentina puede ser capaz de creer disparates como ese y después actuar en consecuencia, incluso, contra sus propios intereses”, planteó el jefe de Gabinete.
Asimismo, el titular del bloque de diputados nacionales del Frente Para la Victoria (FPV), Agustín
Rossi, rechazó la sucesión de rumores publicados sobre el dólar en diferentes medios de comunicación, y explicó que una devaluación “significaría una transferencia de ingresos del sector de los ingresos fijos a los sectores más concentrados de la economía”.
En esta línea, el economista Agustín Datellis, integrante de La Gran MaKro, sostuvo que el lobby devaluador responde principalmente a dos sectores económicos: por un lado aquellos, grandes actores vinculados directamente con la exportación, que bregan por un shock de competitividad, y por otro, el sector financiero que especula con el valor de la moneda. “Buscan obtener una ganancia importante a través de una fuerte devaluación del peso, pero además en el medio se suman algunas cuestiones de desestabilización e intencionalidad más bien política”, sostuvo.
“Se intenta instalar que el tipo de cambio está atrasado pero no es tan así. Puede haber algunos sectores que vean su competitividad algo afectada, pero el gobierno de todas formas aplica en la actualidad una devaluación progresiva y ordenada”, afirmó Datellis.
Alejandro Rofman, economista del Plan Fénix, identificó a los grandes agroexportadores como los principales interesados en que los medios de comunicación fogoneen una devaluación del peso argentino. “Están siempre agazapados esperando el momento de exigir mayores beneficios, a pesar de que los que tienen en la actualidad ya son muy abultados”, destacó.
Además, Rofman apuntó que no hay ningún escenario que justifique una devaluación, y aseguró que las consecuencias de avanzar en ese sentido serían lamentables para el pueblo argentino. “La más perjudicada sería la familia trabajadora, ya que vería disminuidos sus ingresos reales ante el cambio del valor de los productos que se comercian en el mercado interno”, planteó al hacer referencia a la inflación que se registraría, sobre todo, en bienes como los alimentos.
Fuente: Tiempo Argentino
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