Juan Perón - A 37 años de su muerte: "Perón para los jóvenes" Por Martín García

El Movimiento Nacional y Popular tiene líderes de carne y hueso. Así fue como perdimos a Evita, en su puesto de lucha, consumida en su pasión por los que más necesitaban de su amor y su dignificación.

Así perdimos a Néstor Kirchner, que lo dio todo, hasta su último aliento en el cumplimiento de la tarea de sacar el país adelante, después de la crisis del 19 y 20 de diciembre de 2001. Así luchan Chávez y Fidel, que lo dan todo, ante las inclemencias del tiempo. Los Ellos tienen gerentes intercambiables. Nosotros no. Así perdimos al Che, rematado en Bolivia, por la CIA, según consta, tratando de llegar a la Argentina para liberar a nuestro país de las garras de la Dictadura. El Che se había reunido tres veces con Perón en Puerta de Hierro. Lo cuenta muy bien García Lupo y también el viejo Luco, su hombre en Cuba, en su último libro de Memorias, quien asistió a los tres encuentros. Cuentan que, en todas las ocasiones, Guevara fue vestido como un monje franciscano. La última vez, el Che se iba al África y luego iría a Bolivia. De ese destino, Perón le aconsejo: “Ernesto, tenga cuidado en Bolivia porque es probable que lo traicionen. Pero si llega a la Argentina, el peronismo lo va a acompañar”. ¿Por qué no? Finalmente era un argentino que luchaba contra el imperio, al igual que Perón. Ernesto Guevara le escribía a su padre que lo que estaba haciendo Perón en Argentina, era lo que ellos querían para toda América. Yo conocí a un combatiente que esperaba a Guevara del lado argentino de la frontera. Había sido entrenado en Cuba y cuando el Che fue asesinado, huyó a Italia. De formación marxista, intentó explicar a los italianos que el peronismo no tenía nada que ver con el fascismo. Finalmente escribió un libro en italiano : “Il Peronismo” y terminó haciéndose peronista. Hace poco presentó otro libro en Italia: “Il Militante”. Perón también hizo su aporte de carne y hueso, ya que murió en pleno ejercicio de la Presidencia de la Nación dejando sus huesos aquí después de 18 años de proscripción y exilio. Este es un hecho “tapado” por los medios y el “establishment”. Ocultan que Perón terminó con la inflación, terminó con la desocupación, consolidó en la práctica aquello del “50% para el empresario y 50% para el trabajador” en la distribución de la renta, es decir el producido del trabajo conjunto de la sociedad argentina y en sus ratos de ocio, rompió el bloqueo a Cuba que le habían impreso los EE.UU. a la isla, ya que le vendió automóviles Falcon de la Ford Motor Argentina, a pesar de la oposición de la Ford Motor Company de los EE.UU. Quisieron taponar sus logros y su sacrificio poniendo como biombo a López Rega e Isabel. En realidad, López Rega era un personaje menor, nunca fue jefe de la Triple A, porque a este sí que no le daba el cuero. Como dice Gonzalo Chávez, autor del libro “La masacre de Plaza de Mayo” (Ed. De la Campana, 2005)”: -Las Tres A eran las Tres Armas: La Marina, el Ejercito y la Aviación. Mezcladitas con algunos personajes nefastos del hampa relacionados con la CIA, "La Triple A" o “Las Tres A” fueron un globo de ensayo de lo que vendría después. Por otro lado, nosotros nunca fuimos “Isabelistas”. Nunca nos cayó bien Isabel. Decíamos “No rompan más… Evita hay una sola…” Pero hay que reconocer que la última esposa de Perón se negó a firmar el Decreto que autorizaba la aniquilación de los combatientes, que sí firmó Italo Luder, a quien nadie estigmatiza y puso su rúbrica habilitando la masacre obsena de la Dictadura del Proceso. En cambio, Isabel estuvo presa en la cárcel casi 6 años. Perón fue un líder impresionante, nuestro hombre del Siglo XX, sin lugar a dudas. Tardamos 30 años en recomponer su liderazgo después de su muerte. De 1974 a 2003. Kirchner, que fue un líder original y también su discípulo natural, es el Perón de los jóvenes. A ellos, después de Néstor y de Cristina, no hay necesidad de explicarles mucho quién fue Perón.