Por Victoria Ginzberg / Página 12
Sorpresa. Es innegable que esa fue la primera reacción de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, cuando se enteró de que Marcela y Felipe Noble Herrera, los hijos adoptivos de la dueña de Clarín, aceptaban que se les hiciera un estudio de ADN para comparar con todas las familias de desaparecidos que aportaron sus muestras en el Banco Nacional de Datos Genéticos. “Nos han dado una alegría porque se inicia el camino de la verdad”, dice. Pero a la vez casi que no cree que luego de diez años de oponerse sistemáticamente a esta medida, los jóvenes y sus abogados hayan tirado la toalla. Desconfía. Por eso señala que hay que tener cautela. Que las numerosas irregularidades del caso obligan a no bajar la guardia. A la vez, le parece inverosímil que alguien pueda conocer por anticipado el resultado del estudio. Y que se trata de saber la verdad, sean o no los nietos buscados, hijos de desaparecidos durante la última dictadura.
–¿Cómo tomó la noticia?
–La noticia nos sorprendió muchísimo. No fue de una alegría absoluta por dos razones: muchas veces en estos largos diez años brindamos por un triunfo por ciertas circunstancias que luego resultaron totalmente adversas, porque las opacaron las actitudes de los abogados de los chicos. Y por otro lado, el contenido de la decisión es muy extraño. Aceptar todo, no sólo los exámenes, sino la comparación con todo el Banco. Y además el pedido de urgencia. Que se avengan a todo después de haberlo discutido durante diez años de manera atroz.. y la urgencia, después de haber perdido diez años, es una cosa extraña. De todas formas, los que trabajamos en esto nos reunimos y no llegamos a ninguna aclaración formal. Pensamos que puede ser que estos dos jóvenes estén muy cansados de ser manejados. Ellos, por supuesto, nos echan la culpa a los demás, pero yo creo que están muy manejados por sus abogados y su entorno. A lo mejor, decidieron terminar con esta historia. No sé si les habrá entrado en algún momento el mensaje que mandamos acerca de que nada en la vida de ellos iba a cambiar, sino sólo saber la verdad. Porque nosotros nunca dijimos son, sino que dijimos que podrían ser. Podrían ser o no nuestros nietos, lo que ocurre es que las fuertes denuncias dan bastante seguridad, pero esto sólo lo puede decir la sangre. Salga lo que salga, esto es la respuesta a lo que buscamos desde hace tantísimos años. Y si no son hay una responsabilidad terrible de aquellos que hicieron sufrir a estas dos personas durante diez años de manera formal y mucho antes de que empezara el juicio también, que los victimizaron.
–El argumento de sus abogados es que si el resultado no se supo antes es porque Abuelas no quiso, que ellos aportaron la sangre antes y que Abuelas puso las trabas...
–Eso no es cierto de ninguna manera. Primero, la señora (Ernestina Herrera de Noble) dijo en una carta pública, en una declaración pública, que ella más de una vez había hablado con ellos porque dudaba que podían ser hijos de personas detenidas o víctimas del régimen militar. Es decir que esto lo podría haber resuelto sin necesidad de que recurramos a nada, sino como una ciudadana con obligación de establecer el origen de los chicos. La responsabilidad empieza en esta persona. Esto dicho con mucha compasión, porque en realidad los expedientes contienen irregularidades muy sentidas, falsedades, historias que no son ciertas. Todo el proceso es dudoso. La responsabilidad de la situación de los chicos viene primero por quien los adoptó con tantas irregularidades y no les dio las respuestas necesarias. Nosotras fuimos a hablar dos veces con ella pero no nos recibió. Nos atendió el señor (Héctor) Magnetto. Queríamos buscar respuestas y soluciones de una manera rápida y discreta. Fue en el ’90 o ’91, mucho antes de que iniciáramos la causa, porque nosotras pensábamos que era una señora civil que habría adoptado dos chicos, quizá, sin saber el origen y dijimos, ‘vamos a hablar’, como lo hicimos en otros casos, porque eran personas de buena fe. Pero lejos de recibirnos nos mandó con este señor, que terminó queriendo cambiar información que él tenía por que nosotras denunciáramos a los denunciantes.
–Y una vez que se inició la causa, ¿cuáles fueron las trabas? Ellos sostienen que ya entregaron muestras de sangre.
–Dieron la sangre pero en un lugar totalmente desconfiable, en el Cuerpo Médico Forense, que estaba intervenido por irregularidades y no tiene un laboratorio. Y entregaron prendas que está claro que fueron contaminadas por varias personas. Eso ni hay necesidad de repetirlo. Además tenían la pretensión de que se cruzara sólo con dos o tres familias y que se destruyeran las muestras, que no quedara rastros de su sangre o estudio en el Banco, cosa que también es ilegal. Siempre buscaron la ilegalidad. Por supuesto que los que entorpecieron fueron ellos. Pero esto ya tiene un tiempo corto porque ahora la urgencia de ellos se suma a la urgencia nuestra. Yo me he cansado de decir que hay abuelas que han muerto esperando encontrar a sus nietos y si alguno de ellos es uno de esos nietos buscados, no van a poder conocer a sus abuelos. Quienes les negaron esa posibilidad fueron los de su entorno. Por eso tenemos dudas y podemos suponer muchas cosas, pero son todas cosas inconsistentes, sólo supuestos.
–¿Por ejemplo?
–Por ejemplo, que puede haber diferencias en el propio emporio mediático. A veces esas cosas pasan. O que hay una decisión personal de ellos o que tiene que ver con la salud de la mujer. O cosas externas. Porque ellos también tienen intereses foráneos y hay un desprestigio. La frase devuelvan a los nietos, que se dice cuando se hace un reportaje, por ejemplo, que fue tomada por muchas personas, también es un descrédito para ellos, que tienen también que cuidar sus intereses económicos.
–Marcela y Felipe sostienen que se van a hacer el análisis para preservar a su madre adoptiva pero hasta ahora sostenían que se negaban a hacerse los estudios para preservarla. ¿Cómo se explica?
–Por eso hablamos en el comunicado de ser cautelosos. Nuestros abogados no han podido leer la presentación completa. Cuando tengamos la lectura completa de la presentación formal, podremos quizá sacar algún otro tipo de conclusión.
–¿Ella fue sobreseída por las irregularidades en los expedientes de adopción?
–El delito de apropiación de menores durante la dictadura no prescribe y sólo cesa de ser delito a partir de que las personas víctimas recuperan sus derechos. Si no fueran nietos, los delitos que se han observado en los expedientes de adopción, que efectivamente están, ya prescribieron.
–Entre las muchas teorías conspirativas que están dando vueltas hay una que sostiene que ellos saben que no van a dar positivo con las familias del Banco. ¿Es posible que sepan eso?
–Pero entonces lo hubiesen hecho antes. ¿Por qué a nosotros se nos reforzaba más la idea de que fueran nuestros nietos? Por la negativa, porque ellos se negaban, porque engañaron, mintieron, los abogados los hicieron responsables de entregar ropa contaminada. Fue una estrategia para promover el olvido, dejar sin efecto nuestro trabajo. Entonces uno pensaba son...
–¿Pero puede ser que se enteraran ahora? ¿Es posible que tuvieran acceso a información del Banco?
–No, no. Tendría que haber sido una cosa... es imposible casi... que ellos se hayan hecho sus análisis en un laboratorio y los hayan mandado para comparar y que haya en el Banco alguien que lo haya hecho... el Banco está muy bien resguardado, hay cosas que las hacen unos y otros no lo saben y está bajo custodia de gente que nos merece total confianza. De todas formas, si llegara a pasar que no dan inclusión con ningún familiar, este mapa genético queda en el Banco porque el día de mañana puede aparecer la familia. Eso ha pasado, que tardíamente una familia se enteró que una joven había dado a luz. Las mamás que no tenían tanto contacto con sus hijas no saben si estaban esperando un bebé cuando fueron secuestradas y hay denuncias que han llegado tarde. El caso Amarilla-Molfino es un caso de un chico que se presentó y se analizó y no daba con nadie y de repente hubo un testimonio de una liberada y la familia se analizó sin saber que este chico ya estaba en el Banco y se lo encontró inmediatamente.
–Otra teoría dice que el Gobierno (o Abuelas) hizo el estudio cuando se entregaron las prendas y dio negativo y que Marcela y Felipe saben que no dan porque el Gobierno lo sabe...
–También pueden decir que yo no tengo ningún nieto, que mi hija está viva, que está en España... Son infamias.
–¿Le molesta que el caso se presente en medio de una disputa entre el Grupo Clarín y el Gobierno? ¿Y que se interprete que si los análisis no dan positivos es una derrota para el Gobierno y viceversa?
–Me molesta porque no es en absoluto así. Las Abuelas de Plaza de Mayo iniciamos esta causa muchísimo antes de que los Kirchner existieran como gobierno. Nosotros trabajamos independientemente con nuestras investigaciones y con la Justicia. Lo que pasa es que como el Estado, por obligación también, está investigando Papel Prensa y el caso Graiver, ellos mezclan todo. Para Abuelas éste es un caso más. No es porque sea Herrera de Noble. Siempre digo, ella podría ser Juana Pérez que nosotros tendríamos la misma exacta actitud de investigación y constancia para llegar a los resultados y para saber la verdad con el solo objetivo de que estas personas recuperen sus derechos.
–Si pudiera hablar un rato tranquila con ellos ahora, ¿qué les diría?
–Nosotros no fuimos a hablar nunca con ellos porque no queremos molestarlos, para que no sientan un acoso. Los hemos respetado. Ellos jamás han tenido un gesto para con nosotros. Cuando se fueron a analizar al Cuerpo Médico Forense los nietos recuperados hicieron una carta y se la acercaron a la joven. Se la dieron y ella inmediatamente se la pasó a otra persona. Eran unas pocas palabras de aliento, les decían que no les iba a pasar nada, que todo era para bien, que tuvieran confianza. Que entendían lo que estaban pasando pero que tuvieran fuerza y se animaran porque lo único que iban a recibir era la libertad. Era un texto de los jóvenes, las Abuelas nunca. Ahora les diría que nos han dado una alegría, porque por fin se inicia el camino de la verdad y los principales beneficiados van a ser los chicos. Si son, van a resolver una situación de vida, que es natural y necesaria en todo ser humano: saber quién se es. Y si no son, también, porque por lo menos por parte nuestra este tema se cierra... se cierra en tanto en un futuro no se sepa que corresponden a otra familia que ingresó luego. Y quedarán los chicos con estos años de arrastre, manoseo y victimización por parte de la gente que decía que los ayudaba. Y si llegaran a ser, que se queden tranquilos porque lo único que van a conseguir van a ser beneficios y tranquilidad de vida y libertad, nadie los va a sacar de donde están, ni va a querer cambiarles la existencia, las relaciones sociales o económicas que tengan. Lo que sea de ellos es de ellos solamente y van a ser libres y personas plenas. Y van a encontrar a los abuelos, si están, o a lo mejor tíos, hermanos, nunca se sabe.
–Si no da positivo, ¿sería una decepción en lo personal?
–Nosotros estamos buscando centenares de chicos y ya nos ha pasado que chicos que creíamos casi con certeza que eran nuestros nietos no dieron. Incluso en lo personal, cuántas veces tuve la esperanza de que el que se analizara pudiera ser mi nieto y no resultó ni mi nieto ni un nieto buscado. Es un poco la rutina de nuestro trabajo. Buscamos sin saber el resultado, porque es buscar una aguja en un pajar. Los que saben no lo dicen. Seguro que los entregadores de nuestros nietos saben muy bien a quiénes se los dieron y quiénes los tienen.
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