El potero Natalia de la empresa Moscuzza se transformó en un foco de contagios de Covid entre tripulantes y generó el aislamiento de más de 40 estibadores porque la empresa armadora no avisó que tenía un marinero con síntomas y los trabajadores de la descarga comenzaron a vaciar las 650 toneladas de calamar que traía en bodega desconociendo la situación.
Que el capitán ni la empresa avisaron a las autoridades, Prefectura y Consorcio Portuario, fue confirmado desde este organismo, al tiempo que aseguraron que por ese motivo no se activó el protocolo que se aplica en estos casos, con una ambulancia esperando en el muelle para evaluar al enfermo.
El barco había zarpado a mediados del mes pasado con todos los tripulantes testeados y sus correspondientes resultados negativos. El Natalia llegó el domingo a la noche y no reportó ninguna novedad sobre un tripulante con síntomas, según cuenta también Alberto Ovejero, presidente de la empresa Hipocoop, la encargada de la descarga de la embarcación.
Al otro día 44 estibadores, 40 asociados a la cooperativa y 4 eventuales comenzaron con la tarea de vaciar la bodega. “A las cinco menos cuarto de la tarde me avisan que tenían un marinero contagiado. Al rato ya eran siete, un rato más tarde 14”, dice el dirigente de la estiba.
Para esto los estibadores de Hipocoop ya habían sido alojados en un hotel del microcentro de Mar del Plata donde quedaron aislados y serán hisopados este jueves para ver si alguno se contagió. Los eventuales habían estado solo una hora prestando servicio en el buque por lo que consideraron que no eran necesario el aislamiento. Los gastos de alojamiento los paga Moscuzza.
Desde el SOMU local aseguran que no se trató de un solo caso sospechoso, sino que el capitán del Natalia ya sabía de al menos media docena de tripulantes que habían evidenciado síntomas a bordo. “El capi se hizo el sota… algunos compañeros levantaron fiebre, otros perdieron gusto y olfato y no les dio bolilla”, subrayaron en la Delegación local ayer por la tarde.
Moscuzza había decidido descargar e iniciar la segunda marea con la misma tripulación. Pero ante el/los caso/s sospecho/s decidió volver a testear a los 40 tripulantes que embarcarían en el Natalia. En grupos reducidos, sin seguir ningún protocolo de casos sospechosos, los trabajadores ese lunes fueron bajando del barco para hisoparse y volver a subir al buque. Mientras tanto la estiba seguía con la tarea de descarga, absolutamente ajena de la situación.
El capitán de Armamento de Moscuzza, Luis Valenzuela, aclaró a Hipocoop que el marinero con síntomas finalmente no había dado positivo. En la cooperativa tal vez ahora se enteran por REVISTA PUERTO de que había otros casos más que pudieron desatar la ola de contagios. Desde el SOMU habían confirmado 17 positivos hasta el mediodía del martes, pero Ovejero precisó que eran 19.
Ayer por la tarde se suspendió la reunión multisectorial que debía terminar de definir el nuevo protocolo que aplicará el Consorcio ante casos de Covid. Una vez definido lo debe aprobar el Directorio.
Según pudo saber este medio la nueva reglamentación contempla un elemento que no existía hasta ahora: fuertes multas para las empresas armadoras que no informen que llegan a puerto con casos sospechosos.
Sancionar a Moscuzza asoma como un objetivo casi imposible. A Moscuzza nunca lo multaron por no haber desguazado los pesqueros Mar Azul y Ribazón Dorine, todavía hundido en el Muelle 2, sino que le condonaron la deuda generada por el uso de puerto ante el Consorcio por el compromiso de retirarlos del espejo interior. No hace falta aclarar que ambas chatarras flotantes todavía ocupan áreas operativas en el puerto.
Fuente: revistapuerto.com.ar
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