Denuncian que les avisaron por “Zoom” que la carrera se cerrará, incluso para los que están cerca de recibirse. Incertidumbre entre los docentes.
Alumnos y alumnas del Instituto Yumbel resisten por estos días el cierre de la carrera de acompañante terapéutico, medida que les anunciaron a través de una reunión virtual con las autoridades y por la cual, además, las y los docentes -sorprendidos- permanecen con incertidumbre por sus fuentes laborales. Denuncian un “vaciamiento” de los cursos de la carrera tras haberles quitado la regularidad por demoras en los pagos, a pesar de la pandemia.
Si bien cuentan que las medidas sorprendieron por la actitud “flexible” que había tenido previamente la institución por retrasos en los pagos, cuestionan que en los últimos meses empezó a “echar” a los alumnos que se habían atrasado en los pagos y, ante la reducida currícula y presuntas consecuencias económicas de la pandemia, decidieron cerrar la carrera.
El cierre rige, según denuncian, incluso para quienes están a pocos meses de recibirse y, la opción que les dan las autoridades es pasarse al Instituto Luro, lo cual es rechazado por las y los alumnos, que este martes presentarán una carta a los directivos. Las y los docentes, por el momento, no tienen más que incertidumbre sobre sus fuentes laborales.
“Cerró la tecnicatura en acompañamiento terapéutico en los tres niveles: primer año, segundo año y tercer año. Nosotros estamos sosteniendo las clases virtuales por zoom, con las cuotas abonadas. Y a los chicos de tercero, que se están por recibir, les comentaron que cerraba la carrera aduciendo problemas económicos”, contó Florencia, una de las alumnas, en diálogo con Qué digital. También advirtió que la tecnicatura en cuestión podría no ser la única carrera próxima a cerrar.
En total, los alumnos en primer año eran 13, mientras que segundo pasaron de 8 a 4 tras haber sido dados de baja por no pagar la matrícula en tiempo y forma. Los que estaban a punto de recibirse, por su parte, eran 9.
“Los chicos están al día y los obligan a pasarse al instituto Pedro Luro porque ellos tienen un convenio, después de haber sido alumnos durante los tres años en el Instituto Yumbel. Pedro Luro no tiene nada que ver con donde nosotros queremos estudiar y recibirnos”, contó y señaló que la idea de los directivos es pasarlos de instituto definitivamente desde los primeros días de julio.
Ante esta situación, mientras esperan la intervención de inspectores, además de buscar visibilización a través de los medios, empezaron a organizarse para redactar una carta y entregarla a la Obra Asistencial Mutual (OAM), obra social de la cual depende el instituto.
LA SITUACIÓN DE LOS DOCENTES: INCERTIDUMBRE TOTAL
La decena de docentes que trabajan en la carrera no tienen certezas sobre su futuro laboral, con todo lo que eso significa en un contexto de pandemia y de crisis social y sanitaria que los tiene también, al ser trabajadores de la salud, en primer plano.
“Estamos más que sorprendidos porque este no es el manejo de la institución, siempre han sido muy cálidos”, lamentaron trabajadores en diálogo con Qué digital. Según pudo saber este medio, año tras año los inscriptos fueron bajando pero, a pesar de ello y de la pandemia, fueron los propios directivos los que motivaron a principio de cursada a las y los docentes a continuar con las clases de manera remota. Incluso, habían anunciado “flexibilidad” a la hora del cobro de cuotas en virtud de la coyuntura actual.
Esta situación de los trabajadores se suma a la crisis propia de la profesión, agudizada por la pandemia: “La mayoría se quedó sin laburo o les recortaron los pagos o no se les reconoce la teleasistencia. La situación de los acompañantes ha sido muy dañada por la pandemia“, graficaron.
“Realmente los expulsan a los estudiantes y no les dan respuestas. En este contexto de incertidumbre, sin laburo, sin plata y echados del instituto”, apuntaron, al tiempo que advierten: “Utilizan la pandemia como excusa para cerrar una carrera, porque no se entiende”.
Mientras tanto, sus tareas y el futuro laboral en la institución son de una incertidumbre total: además de la informalidad en que fue anunciada la medida a los distintos claustros, la respuesta de los directivos ante la consulta sobre su continuidad laboral fue que “sobre eso no hay novedades”. Paralelamente, tienen que seguir dando clases hasta el 30 de junio mientras algunos estudiantes ya se están pasando a otro instituto.
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