La Fiscalía de Delitos Económicos investiga once casos en los que las víctimas entregaron dólares y pesos a estafadores que fueron con barbijos a sus casas. Además, hay 10 casos de estafas telefónicas a beneficiarios de ANSES.
Estos tiempos de incertidumbre y aislamiento social obligatorio por la pandemia del coronavirus generaron un contexto del que bandas de estafadores se aprovecharon para cometer delitos, “cuentos del tío” aggiornados a la cuarentena.
Desde que el presidente Alberto Fernández decretó el aislamiento social preventivo y obligatorio el 20 de marzo hasta el 11 de mayo, en Mar del Plata se concretaron 21 estafas que investiga la Fiscalía de Delitos Económicos. Estas 21 estafas fueron divididas por el fiscal Javier Pizzo en dos grupos: las “tradicionales” y las “digitales”.
Las estafas tradicionales son el cuento del tío clásico: una persona, desde otra provincia, llama a un teléfono fijo que sacó de la guía telefónica y se hace pasar por un familiar, que explica que algún amigo, contador o conocido irá a la casa de la víctima a buscar dinero por algún motivo.
En este contexto de pandemia, los estafadores llaman siempre al teléfono fijo de algún adulto mayor a quien engañan con mayor facilidad y le explican que los dólares -y los pesos- “peligran” por el caos económico mundial que generó el coronavirus y que están por salir de circulación, por lo que hay que cambiarlos. Ante esta situción, le explican a la víctima que mandarán a un conocido a buscar ese dinero. El cómplice va hasta la casa de la víctima con el rostro cubierto con el barbijo, lo que encima dificulta luego a la identificación del delincuente.
De estas estafas “tradicionales” se han registrado 11 hechos, en los que las víctimas denunciaron que entregaron en total 42.000 dólares y 670.000 pesos.
Las “estafas digitales” tienen otro ardid: el estafador se hace pasar por un empleado de ANSES y se comunica desde una línea de celular prepaga sacada en otra provincia. En el diálogo con la víctima, le explica que deberá ir hasta un cajero automático para, manualmente, ingresar unos códigos y así poder cobrar algún beneficio social en tiempos de pandemia, como puede ser el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de 10.000 pesos.
Ante la necesidad de cobrar esa suma, la víctima accede a ir a un cajero automática y en la charla con el estafador le entrega sus claves privadas de homebanking. El resultado de esta estafa es que los delincuentes no solo vacían la cuenta de la víctima, sino que también sacan créditos y los transfieren a otras cuentas.
Durante el aislamiento se han consumado 10 casos de “estafas digitales” por una suma cercana a los 350.000 pesos.
Las investigaciones de ambos tipos de estafas son muy complejas. En las tradicionales, ahora con el uso de barbijos es casi imposible que las víctimas puedan identificar a los delincuentes, que actúan con el rostro tapado sin levantar sospecha alguna. Además, se encuentra el problema que los estafadores utilizan celulares con línea prepaga que pudieron sacar de manera remota en alguna provincia, lo que los vuelve difícil de rastrear.
En cuanto a las “estafas digitales“, los investigadores cuentan con la posibilidad de seguir el recorrido del dinero e identificar las cuentas por las que transitó para así pedir información a las entidades bancarias, sin embargo al ser cuentas entre otras provincias los tiempos para conseguir la información suelen ser elevados.
Cómo se ha advertido anteriormente, estas bandas de estafadores demuestran tener un nivel operativo importante, con miembros en diferentes provincias que actúan de manera coordinada con personas en Mar del Plata.
Ante la dificultad de hacer denuncias en personas, el titular de la Fiscalía de Delitos Económicos recomienda a las víctimas que manden un mail a denunciasmardelplata@mpba.gov.ar, con los datos más precisos posibles de cómo fue la situación.
La Justicia Federal también habilitó canales de denuncia, como el teléfono y mail de la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos relativos a la Seguridad Social: 011-43713407/3797/6218 y ufis@mpf.gov.ar.
Consejos para no caer en estafas
La Anses no se comunica telefónicamente para solicitar datos personales.
En caso de recibir un llamado telefónico de una persona que se identifique como “trabajador de o para la Anses” o como gestor o abogado que tramita beneficios en el mismo organismo, no proporcionar datos personales como el DNI, relaciones familiares, números y estado de cuentas bancarias, si se es o no titular de un crédito o una prestación de la seguridad social.
Los agentes de la Anses no se presentan personalmente en el domicilio para brindar información acerca de beneficios.
En caso de recibir una carta con el logo de la Anses en la que se brinde un número de teléfono para comunicarse, no establecer contacto.
La Anses no cuenta con oficinas particulares en edificios privados para la atención al público.
No aceptar ser guiado por terceros en el uso del cajero automático.
Fuente: Diario La Capital
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