En las elecciones del presupuesto participativo los vecinos también votaron por la instalación de garitas en las paradas de colectivos. Otros proyectos elegidos incluyen desde mejoras edilicias en las sociedades de fomento hasta la construcción de playones deportivos y pistas de skate.
Más luminarias. Mejoras en el estado de las calles. Y mayor cantidad de garitas en las paradas de colectivos. Esas fueron las tres obras más votadas por los vecinos de los barrios periféricos de la ciudad en las elecciones del presupuesto participativo.
Otros proyectos elegidos en las urnas por los marplatenses incluyen desde mejoras edilicias en las sociedades de fomento y la construcción de playones deportivos y pistas de skate hasta el acompañamiento de actividades deportivas para los adolescentes y más talleres de capacitación.
"El balance de las elecciones es sumamente positivo. Los vecinos están más que satisfechos", dijo a LA CAPITAL el director de Asuntos de la Comunidad de la Municipalidad, Marcelo Fernández. Y agregó: "La gente va entendiendo que el presupuesto participativo le brinda la posibilidad no sólo de votar por obras de infraestructura, sino también de elegir otro tipo de proyectos importantes".
El funcionario explicó que el presupuesto participativo es un instrumento municipal donde los vecinos tienen la posibilidad de decidir qué hacer con un porcentaje del presupuesto general, sobre la base de proyectos que ellos proponen y votan para mejorar las problemáticas de su barrio.
En las elecciones del sábado pasado votaron casi 11 mil personas en los 16 distritos de Mar del Plata, un 83 por ciento más que en los últimos comicios. Un dato: el monto para las diferentes obras asciende a unos 15 millones de pesos.
Entre los 300 proyectos correspondientes a distintos barrios, uno de los más votados por los vecinos de la zona centro fue ayudar a Cáritas y su "Noche de la Caridad" con equipamiento para asistir a personas en situación de calle y a varias fundaciones u ONG de activa participación en ese ámbito. Mientras que en la zona norte la gente optó pedir luminarias y reductores de velocidad. "Los proyectos fueron enriquecidos con el acompañamiento de equipos técnicos de la Municipalidad, para mejorar el trabajo que veníamos haciendo con los delegados vecinales", explicó Fernández.
El crecimiento de la participación de los vecinos en las urnas no sorprendió a los funcionarios municipales. Es que en las asambleas barriales, donde comienzan a discutirse previamente a las elecciones los proyectos que luego van a formar parte de la boleta, se multiplicó la participación ciudadana: asistieron alrededor de 1.600 personas.
El presupuesto participativo es un procedimiento seguido por los vecinos, conjuntamente a la administración municipal, para proponer dónde invertir recursos públicos. Según Fernández, es una manera de formular y seguir parcialmente el presupuesto: consiste en que los vecinos determinan, en debates y consultas, dónde se harán las inversiones, cuáles son las prioridades, obras y acciones que interesan a la ciudadanía.
Además este mecanismo de participación habilita el control comunitario de la ejecución, transparenta los actos de gobierno y dificulta las desviaciones en las finalidades del servicio público.
"Corresponde pensar al presupuesto participativo como complemento y mejora de la democracia representativa. Es un proceso cultural", dijo Fernández. Además apuntó: "La educación popular consiste en el ejercicio consciente de los derechos humanos. Se concreta, al aclarar, ordenar y expresar las necesidades básicas. Un trabajo conjunto de vecinos y técnicos que formulan proyectos en una planificación presupuestaria".
El presupuesto participativo es, en definitiva, una práctica grupal de conocimiento y acción, donde los vecinos toman noticia de lo que pasa y, al mismo tiempo, participan transformando la convivencia vecinal decidiendo sobre el gasto. "Esperamos que este proceso no sólo contribuya a construir ciudadanía, sino también a fortalecer la relación entre el Estado y los vecinos", sostuvo Fernández.
Todos los actores involucrados en el presupuesto participativo afirman que lo primordial es que el ciudadano se apropie de esta herramienta. La idea, dicen, es habilitar la participación del vecino en el barrio, que salga del papel de demandante y que pueda proponer junto a otros actores sociales qué hacer en su barrio.
Fuente: Diario La Capital
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