Así estaba vestido cuando desapareció |
El suicidio sólo es pensable en aquella persona que no tiene un proyecto o deseos entre el momento y la muerte. Fernando Lario (el arquitecto de quien encontraron su campera y morral, con DNI, llaves de casa, billetera, tarjetas al costado de Los Acantilados) tenía varios proyectos, obras en ejecución, familia, un hijo, un cargo docente en la universidad. Ya va un mes y no aparece. Es momento de que actuemos como sociedad y ayudemos a su familia que está desesperada.
“Hizo los mismos chistes de siempre” decían sus compañeros de la Universidad al recordar la mañana del 7 de julio pasado, cuando compartieron con él un acto eleccionario, los que afirmaron que cerca de las 14 horas lo despidieron y vieron alejarse a pie por Funes hacia la calle Peña, en el sector del Complejo Universitario. Esto se corrobora, ya que las cámaras que los ascensores de dicho complejo posee registran que descendía de uno de ellos a las 13:52.
Misteriosamente tomó un taxi hasta la terminal, pero que subió en Guido y San Lorenzo (a contramano de su destino). Según la taxista bajó en la terminal y entró por San Juan. Envió un extraño sms de suicidio a las 14.32 y aparecen sus cosas en Los Acantilados a las 16...
¿Nadie más puede aportar nada sobre sus últimos pasos?
La situación de desaparecido genera una inconmensurable angustia en sus familiares, desconcierto en los investigadores y especulaciones de todo tipo.
Esto decía a FM del Sol Sara, la mamá de Fernando Lario
da que pensar que justo en el momento en que el gobierno nacional pide que remuevan a Casal, el comisario Negretti, se cubre con la única hipótesis que le podría llegar a asegurar la continuidad en su cargo...
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