Ganaron participación en el mercado local a costa de los importados, lo que marca que la caída de la producción automotriz se debe a la desaceleración de las exportaciones. Brasil recibe ocho de cada diez autos vendidos al exterior.
La caída de la producción local de automotores está íntimamente vinculada con el proceso de desaceleración de la economía brasileña, principal destino de las exportaciones de las automotrices argentinas.
Este dato contrasta con las cifras provistas por la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (ACARA), que indican que estos establecimientos compraron en el primer semestre de este año un 11,5% más de autos a las fábricas, en comparación con las cifras récord de los primeros seis meses del año pasado.
Para comprender las cifras hay que tener en cuenta que los concesionarios venden tanto los autos fabricados en el país como los importados. La proporción entre unos y otros ha ido variando con el tiempo y se calcula que en lo que va del año cuatro de cada diez autos que se venden en el país son de origen nacional mientras que los seis restantes son importados. El dato no es menor si se observa que las ventas de las automotrices a los concesionarios bajó muy poco, un 1,9% en la comparación entre el primer semestre de este año y el mismo período del año pasado cuando, al mismo tiempo, esas ventas pero de vehículos producidos en el país subió un 11,5% en el mismo período. La conclusión es que los autos nacionales están ganando espacio en el mercado argentino a costa de los importados.
Estas cifras, que muestran la dinámica del mercado local y la fortaleza relativa del consumo interno, se condicen con lo que registró ACARA, que cerró el primer semestre con una mejora en las ventas del 3,5% respecto a igual período de 2011.
Los números explican que la caída de la producción que registraron las fábricas automotrices, del orden de las 60.500 unidades, estuvo provocada por la caída de las exportaciones, de casi 70 mil unidades menos que en el primer semestre de 2011. En ese sentido, la principal merma provino por el lado de Brasil, que redujo en 60 mil vehículos sus compras entre enero y junio. Brasil recibe ocho de cada diez vehículos que exporta la Argentina.
Es claro que el mercado local no compensa, al menos por ahora, la caída de las exportaciones. Pero, al mismo tiempo, su vitalidad lo está convirtiendo en una base sólida para que las terminales automotrices puedan planificar su futuro.
Fuente: Tiempo Argentino
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