Es ante la apertura de un “canal de diálogo” con los empresarios. Según confió la dirigencia gremial, la suspensión de la medida es “un gesto” para demostrar la predisposición de los trabajadores al acuerdo
La noticia, seguramente, llevó un poco de tranquilidad a los trabajadores. Es que, a casi 60 días de iniciado el paro del Simape -y a una semana del acampe en las terminales 2 y 3- cualquier señal de una posible solución, es bienvenida. Por eso, la confirmación del secretario gremial, Rodolfo Chávez, del levantamiento del corte ante la apertura de un “canal de diálogo” con los empresarios significa, en parte, alivio. Y es en parte ya que, aunque se haya tomado esta determinación a modo de “gesto de buena predisposición”, el paro se mantiene. Este sábao hubo una nueva asamblea en el gremio.
Durante la mañana el viernes, el corte en las terminales 2 y 3 se mostraba un poco más concurrido que de costumbre. Por supuesto, el mate dulce y las tortas fritas para combatir las bajas temperaturas fueron los elegidos por los marineros. Así, y durante una distendida charla, un grupo de trabajadores le confirmó a El Atlántico que estaban a la espera de novedades, que podrían llegar después del mediodía, ya que los dirigentes estaban reunidos. Aunque sin tener idea de qué sucedería, los hombres aprovecharon la oportunidad para comentar cómo viven el conflicto, cuál es la realidad de los trabajadores y cómo sobrellevan (o por lo menos hasta ayer lo hacían) el acampe.
Pasadas las 15, fue el secretario gremial de Simape, Rodolfo Chávez, quien transmitió la novedad. “Afortunadamente se abrió un canal de diálogo con los empresarios, así que nosotros decidimos levantar el corte en las terminales 2 y 3 desde ahora”, afirmó y luego agregó que la medida busca ser “un gesto de buena predisposición para llegar a un acuerdo”, aunque rápidamente se encargó de ratificar la vigencia del paro: “Esto no quiere decir que levantemos nuestro reclamo, simplemente se suspende el corte y veremos cómo seguimos”.
De esta manera, se anunció una asamblea que tuvo lugar en el gremio este sábado a las 10. Allí se brindaron todos los detalles, se respondieron preguntas y se evacuaron dudas. Mientras tanto, y a pesar de que esto no sea una definición al ciento por ciento, entre los representantes del gremio y los trabajadores reinó, por lo menos este viernes, la tranquilidad ante una medida que muestra un avance y que, según las palabras de Chávez, “es resultado del diálogo entre las partes”.
LOS PROTAGONISTAS
Primero fue uno, después se aceraron algunos más y finalmente el círculo se amplió a unos cuantos marineros. De a poco, y tímidamente, estos trabajadores quisieron contar su versión de un conflicto, del que según ellos, “tanto se habla pero poco se conoce”.
“¿Vos sabés cómo empezó todo esto, por qué estamos acá ahora?”, preguntó uno de los hombres, quien tomó la posta del diálogo y fue, prácticamente, el vocero de los demás. “La realidad es que nosotros somos laburantes, estamos acá poniendo el pecho y nos da bronca que estando en democracia tengamos que llegar a esto por la indecisión de algunos funcionarios”, comenzó, al tiempo que resaltó que no es un capricho que el Simape no quiera aceptar la propuesta que aceptaron en el Somu, “porque las diferencias entre ambos gremios son muchas”.
“A nosotros nos están haciendo esto porque elegimos afiliarnos a otro gremio y eso es una locura ¿No se supone que deberíamos poder elegir?”, se preguntó el marinero, quien afirmó que todos los que están en el acampe quieren trabajar. “Somos gente con familia, yo particularmente soy soltero, pero acá hay gente con seis hijos, con esposa; es una locura que hayamos llegado a esto”, argumentó y luego recordó que, si bien en la actualidad es el Simape quien está en el centro de la cuestión, tanto Somu como Saon hicieron, en su momento, medidas de fuerza en reclamo de sus derechos.
“Nosotros no somos los culpables, ni los malos de la película, simplemente queremos que nos den lo que nos corresponde y no vamos a aceptar cualquier cosa, por más de que haya presión”, advirtió el trabajador, secundado por sus compañeros, y en alusión a las últimas movilizaciones de otros gremios y de las mujeres de los marineros. “Mucha de la gente que esta semana pidió 'poder trabajar' siempre ha estado en tierra, nunca se metieron al mar”, arrojó, polémico, para finalizar.
Por Julia Drangosch / Diario El Atlántico
No hay comentarios:
Publicar un comentario