Los comerciantes buscan que las aceras tengan 50 centímetros más para que la gente pueda mirar con mayor comodidad las vidrieras. También incluye el soterramiento del tendido aéreo y la colocación de cipreses. Se complementaría con el centro cultural, comercial y recreativo de la ex terminal de micros.
Salir de paseo o de compras por la calle Güemes se ha convertido, en la última década, en una opción cada vez más tentadora para marplatenses y turistas. Desde el cambio de milenio para acá, la zona no paró de crecer: ya tiene 540 comercios, desde locales de venta de ropa hasta peluquerías, librerías, cafés y restoranes. Para continuar la tendencia y mejorar la estética del paisaje, un grupo de comerciantes impulsa un proyecto que prevé la ampliación de las veredas, el entierro de los cables de servicios y el cambio de la iluminación y la forestación.
La idea se le ocurrió a José Basso, el dueño del local de Alpine Skate, que hace diez días aprovechó una reunión sobre la implementación del Código de Publicidad para anunciarla a parte del gabinete del intendente Gustavo Pulti. De paso, la expuso también ante propietarios de negocios que la desconocían.
"El proyecto acompaña los objetivos del Código de Publicidad porque la polución visual no sólo la generan los letreros. En Buenos Aires hubo experiencias exitosas, como las de Palermo Soho y Las Cañitas: la gente camina con comodidad, todos pueden estacionar y la iluminación es muy linda", compara Rosana Leo, que desde 2003 tiene un comercio de indumentaria en Güemes y es una de las defensoras de la iniciativa de Basso.
El eje del plan es que las veredas sean ensanchadas 50 centímetros para que la gente pueda pasear y mirar vidrieras con mayor comodidad. "Para que las familias vengan y disfruten como lo hacen siempre, pero que no se encimen ni se choquen cuando pasean", comenta María de los Angeles Liberati, dueña del primer comercio de tejidos que se asentó en la zona.
En las esquinas, las veredas serían todavía más anchas. La intención es que se generen más puntos de encuentro. Pero la calle siempre estaría disponible para el tránsito vehicular. "Creemos que es importante mantener la esencia de Güemes, por eso se va a seguir manteniendo el tránsito de automóviles. En ningún momento pensamos en hacer una calle peatonal", aclara Liberati.
"Se va a hacer una isla grande en las esquinas, en donde la gente va a poder pararse a conversar. Y los autos no van a estacionar en las ochavas", acota Julio D'Onofrio, dueño de una inmobiliaria.
El segundo eslabón del proyecto es el soterramiento del cableado, para lo que sería necesaria una inversión de las empresas que mantienen el tendido aéreo. En rigor, los comerciantes están convencidos de que, para que el plan tenga éxito, debe haber un trabajo integral entre el sector público y el privado.
"A lo mejor hay empresas que quieren hacer una inversión fuerte", piensa D'Onofrio en voz alta. "Hay que tener en cuenta que las mejores marcas del país quieren tener su lugar en esta calle".
La propuesta incluye el cambio en la forestación. Los elegidos son los cipreses. ¿Por qué? Lo explica Liberati: "Son árboles altos y finitos que no interferirían la visión de las vidrieras. A su vez, podrían ser adornados en Navidad o en cualquier época del año para que el paseo sea agradeble y diferente".
No se trata de una iniciativa cerrada. "La Municipalidad nos dijo que tiene intención política de acompañarla. Por eso no queremos perder tiempo y buscamos que todos los comerciantes nos unamos. Pero nadie está diciendo que tengamos que hacer exactamente lo que plantea este proyecto", avisa Liberati.
Complementos
En la Municipalidad consideran que el planteo de los comerciantes se inserta a la perfección en los criterios del nuevo Código de Publicidad. "Uno de sus objetivos es jerarquizar los centros comerciales a cielo abierto. Así, se podrían generar cambios estéticos y nuevos equipamientos urbanos que mejoren la actividad comercial. El desafío es que la gente tenga cada vez más opciones", asegura a LA CAPITAL el subsecretario de Control, Adrián Alveolite.
Tampoco hay que olvidar que esa zona de la ciudad tendrá pronto otro punto de encuentro con la creación del centro cultural, comercial y recreativo en el predio de la ex estación terminal de ómnibus. "Sería importante potenciar la zona de Güemes para que, cuando esté terminada la obra de la ex terminal, su área cercana no decaiga", advierte el funcionario.
La obra de la ex terminal quedó más cerca de su puesta en marcha tras la última sesión del Concejo Deliberante, que aprobó por mayoría la autorización para que el Ejecutivo contrate a la empresa Emprendimientos Terminal SA, cuyo compromiso es invertir 106 millones de pesos.
Estudio
Hace diez años, en julio de 2002, el Grupo de Recursos Urbanos de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad Nacional de Mar del Plata realizó un estudio sobre los centros comerciales de la ciudad.
Dirigido por el arquitecto Héctor De Schant, el trabajo destacaba a Güemes como un "centro barrial evolucionado que actualmente se caracteriza por prestar servicios diarios a los radicados en su entorno y por ser un paseo de compras, un lugar de encuentro y sociabilización a escala urbana".
El estudio ya advertía que los centros comerciales debían "conservar su identidad, porque de lo contrario perderían poder de atracción para sus usuarios y consumidores tradicionales". Además, recomendaba "la generación de normas municipales integrales de desarrollo urbano y comercial", la formación de un "órgano específico para la gestión pública" de estas áreas dentro de la estructura municipal y la creación de la figura del gerenciamiento para que el sector privado asuma "la corresponsabilidad de la protección y desarrollo de las zonas comerciales significativas de la ciudad".
Estas y otras sugerencias quizás sean tomadas en cuenta en futuras reuniones entre comerciantes y funcionarios para intercambiar opiniones sobre el proyecto de reestructuración de Güemes. Según anuncia Alveolite, del próximo encuentro participarán miembros de la Dirección de Obras Públicas de la Secretaría de Planeamiento Urbano del municipio.
Liberati cuenta que su suegro reside en Güemes desde 1958, y que la calle ya era diferente a las otras de la zona porque permitía la circulación en las dos manos. "La gente iba a hacer las compras porque allí estaba la panadería, la verdulería, la farmacia... Pero el cambio grande empezó después del 2000".
A poco más de una década del inicio de aquella explosión, cuya primera señal fue el surgimiento de los negocios de venta de ropa y, más tarde, la llegada de la oferta gastronómica a su vecina Olavarría, Güemes ahora piensa en su segunda transformación.
Los ejes de la propuesta
* Ensanche de las veredas. La intención es que tengan 50 centímetros más. Así, la gente caminaría más cómoda y podría detenerse a mirar las vidrieras sin que le apuren el paso.
* Esquinas con forma de martillo. Las veredas serían todavía más anchas. Dejarían dos carriles para el paso de los autos. Se fomentaría la generación de más puntos de encuentro.
* Soterramiento de cables. Los comerciantes sostienen que la gran cantidad de cables que sobrevuela la zona afea el paisaje. Para emprolijarlo, buscarán que las empresas de servicios los entierren.
* Cambio en la forestación. La idea es colocar árboles que no interfieran la vista de los transeúntes. Por eso, los comerciantes que impulsan el plan prefieren los cipreses, que son altos pero delgados.
* Iluminación ornamental. Los cipreses podrían ser decorados con luces en Navidad o en otras épocas del año para generar otro atractivo visual.
Fuente: Diario La Capital
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