Luego de 23 días nada se sabe del paradero del arquitecto marplatense Fernando Lario. Tres son las hipótesis que manejaría la Fiscalía: suicidio, desaparición voluntaria y homicidio, aunque la familia asegura que las dos primeras serían las más improbables. La angustia y el desconcierto se acrecientan entre sus allegados con el correr de los días. Si bien la Fiscalía mantiene gran hermetismo sobre lo actuado, de manera extraoficial hemos podido recabar información sobre esta misteriosa desaparición.
Sus últimos pasos conocidos
Hace tres semanas, el sábado 7 de julio, quienes compartieron con el Arquitecto y docente Fernando Lario una actividad en el Complejo Universitario de Mar del Plata, fueron los últimos de su entorno que lo vieron y despidieron cerca de las 14 horas. Ninguno de ellos, tras haber pasado juntos toda la mañana llevando a cabo un acto eleccionario de la facultad, notaron en él ninguna actitud diferente a la habitual.
Más temprano, antes de comenzar su día, compartió unos mates con su mamá, quien cuenta que tampoco vio nada distinto ni llamativo en su hijo, con quien, según cuenta su familia, tenía una relación de “compinches”. Lario vive a los fondos de la casa materna, en la zona del barrio El Gaucho, y desde el fallecimiento de su padre vivía pendiente de su progenitora quien tiene problemas de salud.
Lario es divorciado. Con su ex esposa Florencia, empleada municipal, tiene un hijo de 12 años, el que según manifestaba frecuentemente “es lo más importante en su vida”.
Retomando sus últimos pasos conocidos de esa mañana del 7 de julio, Lario arriba a la Universidad, en donde participó de un acto eleccionario, llevado hasta ahí por una ex pareja de nombre Carmen en un vehículo Ford K gris metalizado.
Al finalizar la actividad, Fernando se despide de sus compañeros en la entrada que el Complejo Universitario sobre la calle Funes y se retira, de a pié, en dirección a calle Peña.
Hasta aquí es la información que ha podido reconstruir la Fiscalía en base a las declaraciones de quienes estuvieron con él .
Carmen, la ex pareja de Lario, recibe ese mismo sábado, a las 14:45 horas, en su teléfono celular proveniente del número del Arquitecto el siguiente mensaje: “Los libros son todos para vos. Los discos son para Fidel, encargate de que asi sea, por favor. Te quiero mucho, perdon por todo. La vida es una mierda”.
Si bien una persona puede tomar actitudes diferentes en un momento límite, no son pocas las personas de su entorno que coinciden en que dicho mensaje posee patrones de escritura muy diferentes a los que acostumbraba a utilizar el desaparecido cuando se comunicaba a través de ese sistema. Dato que se repite si se lo compara a mails e incluso mensajes publicados en la red social Twitter, en una cuenta que poseía y que aún andan dando vuelta por la red, a pesar de que ya la había cerrado hace unos meses.
Los planes de Lario para el fin de semana largo
Según amigos de Capital Federal Fernando había programado viajar hacia esa ciudad el fin de semana largo del 9 de Julio, estando prevista su llegada para la tarde/noche del sábado de su desaparición. Al no arribar ni tampoco comunicarse para hacer saber que habría desistido ir, quienes lo esperaban intentaron comunicarse con él, sin ser atendidos, y luego decidieron comunicarse con su familia, en busca de información.
Asimismo la ex pareja de Lario, Carmen, quien no pudo volver a restablecer la comunicación con el desaparecido luego de haber recibido el mensaje, llama a su familia.
Ante este panorama, el domingo a la tarde se radica la denuncia en la Comisaría 2º de Mar del Plata.
Una taxista lo llevó hasta la Ferroautomotora
Días más tarde de conocida la desaparición del Arq. Fernando Lario, se presentó en forma espontánea ante la Fiscalía una mujer, de profesión taxista, cuyo nombre sería Marcela, quien declara haber sido abordada el sábado 7 de julio, en la zona de San Lorenzo y Guido, por un hombre de las características del buscado, a quien describe de manera coincidente, en especial su abrigo y el morral que portaba.
Esta persona, según los dichos de la taxista, la saluda de manera amable y le pide que lo traslade hasta la estación Ferroautomora descendiendo allí, en la entrada por la calle San Juan.
También recuerda que el pasajero fue el que inicia una conversación en el trayecto, sobre las bajas temperaturas reinantes ese día y le dice, reiteradamente, que debido al frio, posiblemente no viajara, sin especificar el destino de ese viaje.
Llama la atención que Lario, según este testimonio, haya dirigido sus pasos hasta abordar el taxi, hacia el lado contrario a donde pensaba dirigirse, la Ferroautomotora.
El morral, la campera y Los Acantilados
El mismo sábado 7 de julio, pero aproximadamente a las 17 horas, una familia vecina de la zona de Los Acantilados, encuentra al costado de un árbol el morral y la campera de corderoy de Lario, en el Km 536 de la ruta interbalnearia Nº 11, camino a Miramar, más específicamente en el sector de arboledas ubicado a un costado de la conocida Parrilla Tata Juancho.
En el interior del morral se encontraban papeles relacionados con la universidad, una agenda, un talonario de recibos y su billetera conteniendo su DNI tarjeta, registro de conducir, carnet de arquitecto y tarjeta de crédito, entre otras cosas.
Quienes las encuentran, recogen las cosas e intentan ubicar a su propietario llamando a un teléfono que figuraba entre sus pertenencias, sin ser atendidos. Recién advierten que Fernando podría ser el dueño de esas pertenencias el día lunes 9 de julio, feriado, cuando los medios locales comienzan a difundir la noticia de su desaparición por lo que deciden entregar todo a la dependencia policial cercana.
Los rastrillajes
A partir del hallazgo de las pertenencias se inicia un rastrillaje en la zona de Los Acantilados, por tierra y por mar con apoyo de la Prefectura . Esto se lleva a cabo durante varios días con resultados negativos. Incluso la segunda semana de su desaparición se trae a la ciudad un perro, proveniente de La Plata, ya que el único que posee Mar del Plata para esta tarea se encuentra enfermo.
Si bien la familia solicitó a la Justicia la incorporación a la búsqueda de buzos tácticos, le informaron que por Ley sólo pueden ser utilizados para salvatajes.
Dichos rastrillajes a la fecha se encuentran suspendidos.
La computadora de Lario y los lentos informes
Recién el viernes posterior al día de su desaparición personal judicial y policial se hacen presentes en el domicilio de Fernando Lario de donde retiran distintas pertenencias, entre ellas una computadora, la cual aún se encuentra en análisis.
También, de manera lenta, la fiscalía va recibiendo distintos informes solicitados para la investigación.
En el transcurso de la tercer semana comenzaron a llegar los informes de la empresa Movistar, proveedora del servicio del teléfono celular del Arquitecto Lario. Los mismos también se encuentra en pleno análisis. Lo que pudimos saber, por fuentes extraoficiales, que dicho teléfono celular se habría activado por última vez el día de su desaparición, en la zona del Complejo Universitario, en horario coincidente con el envío de los últimos mensajes.
Asimismo han arrojado resultados negativos los informes de migraciones, empresas de transporte aéreas y terrestres y las imágenes de las cámaras de seguridad que la Ferroautomotora posee, pero sólo en el sector de embarque a los micros.
Las versiones que no aportan
Muchas son las versiones y/o especulaciones que se han hecho ya sea en las redes sociales y en algún medio de comunicación. Entre ellas las posibles deudas que podría tener el arquitecto hacia personas a las que les habría cobrado importes por obras que no habrían sido realizadas. Lo cierto es que no existe ninguna causa judicial por ese tema, anterior a su desaparición, ni tampoco han sido presentados ante la Fiscalía las pruebas que avalen las mencionadas versiones. Es más, de lo que se lleva analizado de su computadora surge que el mismo viernes anterior a ser visto por última vez, el 6 de julio, Lario compró materiales de construcción y abonó horas de mano de obra a trabajadores relacionados con algunas construcciones que se encontraba realizando.
El tiempo a medida que transcurre y la necesidad de encontrar una explicación a la desaparición son caldo de cultivo para quienes, muchas veces sin tener en cuenta los daños que se puede ocasionar a sus seres queridos con ligeras opiniones, que en definitiva nada aportan para dar con su paradero. Un claro ejemplo de esto es el conocido caso Pomar, de quienes se tejieron entramados descabellados durante el tiempo que duró su búsqueda, los que dieron por tierra cuando finalmente se estableció que simplemente fue un fatal accidente.
Las hipótesis
Son tres las hipótesis que manejaría la Fiscalia: el suicidio, la desaparición voluntaria y el homicidio. Ninguna de las tres se descarta por estas horas pero tampoco hay pistas suficientes para que ninguna de ellas tenga más fuerza que otra.
En cambio la familia, si bien tampoco tiene elementos para presumir cual ha sido el destino de Fernando, son contundentes al afirmar que por su personalidad y forma de vida, les cuesta creer que se haya suicidado o haya decidido alejarse por motus propio.
Si bien, ante una mirada simplista, el mensaje de texto enviado a su ex pareja y la aparición de sus pertenencias en la zona de Los Acantilados, podrían sugerir que Lario habría tomado la decisión de arrojarse al mar. La falta de aparición del cuerpo y de indicios que demuestren de qué manera llegó hasta allí en un lapso de tres horas, generan contradicciones para que esta teoría descarte a las otras dos.
Pensar que hubiera decidido alejarse de la ciudad, sin avisar a sus seres más queridos, en especial a su hijo de 12 años, a sabiendas de la angustia en que está inmersa su familia, tampoco termina de cerrar, ni a la familia, ni a la Fiscalía. Hasta ahora, los problemas de índole personal que se han podido conocer, no son muy distintos a los de cualquier persona común, problemas a los cuales el desaparecido estaba acostumbrado a enfrentar.
Asimismo, en lo investigado hasta la fecha, no se ha podido encontrar un móvil que haga presumir con certeza que alguien hubiera decidido asesinar a Fernando Lario.
Muchas son las preguntas que surgen, y pocas, casi nulas, las respuestas. La realidad es que desde el 7 de julio el arquitecto y docente marplatense no aparece. Su familia, a la que le resulta increíble estar viviendo esta pesadilla, confía en las actuaciones de la Justicia, a pesar de que sus tiempos no son los que su angustia soporta y siguen solicitando la colaboración de todos, inclusive de los medios de comunicación, para que se siga difundiendo su imagen y sus datos, con la esperanza de que aparezca Fernando, en lo posible con vida, o algún indicio que ponga fin a este difícil momento.
GRACIAS POR MANTENER PRESENTE LA DESAPARICION DE FERNANDO... LOS MEDIOS TIENEN QUE SEGUIR APOYANDO ESTA BÚSQUEDA....
ResponderEliminargarcias por el apoyo de ese medio radial ,nos ayuda mucho a no olvidar que esto se tiene que resolver,garcias miles !!!!!!!!!!!
ResponderEliminarGRACIASSSSSSSSS POR TENER INFORMADO SEGUIMOS BUSCANDO A FERNANDO TODOS LOS ESPERAMOS PRINCIPALMENTE SU HIJO FIDEL Y SU MAMA SARITA HERMANAS MARCELA Y LAURITA DIFUNDAN POR FAVOR !!! GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSS
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