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miércoles, 30 de mayo de 2012

Por una interna gremial atacaron a piedrazos el Palacio Municipal


El episodio ocurrió en el contexto de una interna del SOIP, gremio que no está en conflicto salarial. Los disturbios fueron provocados por un grupo de manifestantes de la industria del pescado pertenecientes a la CTA. Hubo heridos leves y vehículos rotos

Las crecientes tensiones que existen dentro de la industria pesquera de Mar del Plata, transcurridos casi dos meses desde que el sector ingresara en una virtual parálisis, quedaron de manifiesto ayer en el Palacio Municipal, donde ocurrieron graves destrozos y algunas personas resultaron heridas en medio del desborde de una manifestación de la Unión de Trabajadores del Pescado y Afines (Utypa), una entidad enrolada en la CTA que desde hace varios años viene disputándole espacios al Sindicato de Obreros de la Industria del Pescado (SOIP).


Cabe recordar que el SOIP -a diferencia del Simape (ver página 7)- no está en conflicto salarial con la industria en este momento pues hace dos semanas cerró la paritaria con los empresarios. De modo que los graves sucesos de ayer se explican por la disputa gremial -también política- entre la conducción del gremio y sus rivales de la CTA.

Los incidentes se desencadenaron cerca de las 13.30, cuando el principal dirigente la Utypa, Roberto Villaola y el dirigente de la CTA, Raúl Calamante, reunieron en la calle a unos 300 seguidores que se manifestaban desde temprano en las puertas de la comuna. Allí, en una breve asamblea, resolvieron retirarse del lugar, adonde habían concurrido con la consigna de reunirse con funcionarios y concejales para solicitar ayuda para un grupo de obreros de la industria del pescado. Lo cierto fue que al iniciarse una aparente desconcentración, los manifestantes comenzaron a atacar a piedrazos al edificio así como a los vehículos de los funcionarios, concejales y particulares que se encontraban estacionados sobre la calle Hipólito Yrigoyen, uno de los cuales, terminó incendiado.

Los piedrazos estuvieron dirigidos hacia el acceso principal del municipio y en especial, hacia las ventanas de algunas dependencias como el despacho del intendente Gustavo Pulti y la Presidencia y el recinto de sesiones del Concejo Deliberante.

Uno de los sectores más dañados fue la Secretaría de Legal y Técnica, cuya ventana se encuentra ubicada en la planta baja, sobre la avenida Luro. Sus vidrios fueron destrozados cayendo sobre los empleados que se encontraban dentro la oficina, lo que dio pie para que algunos manifestantes intentaran ingresar al edificio.

La reacción de los efectivos policiales que desde temprano se encontraban dentro del Palacio no se hizo esperar. Rápidamente trataron de evitar el ingreso de personas disparando balas de goma hacia al exterior y obstruyendo su paso a través de las aberturas. "Acá hubo una lucha cuerpo a cuerpo sobre los escritorios entre la gente que quería entrar y los policías y sus escudos", le explicó a LA CAPITAL uno de los empleados de la dependencia al describir la escena que, inesperadamente, se desarrolló ante sus ojos.

Epicentro de reclamos

Si bien el motivo puntual que desencadenó el ataque al Palacio Municipal no quedó definitivamente esclarecido, lo cierto fue que los incidentes fueron el corolario de una mañana tensa, durante la cual el municipio había sido epicentro de diversos reclamos y protestas. El hecho de que para las 10 de la mañana estuviera previsto el inicio de la sesión del Concejo había motivado la presencia de Villaola, Calamante y la Utpya, aunque también de integrantes de la comisión directiva del Sindicato de Obreros de la Industria del Pescado, gremio con el que la CTA viene rivalizando desde hace tiempo. Ambos pidieron hacer uso de la Banca 25, por lo que para evitar que hubiera incidentes dentro del recinto, los jefes de bloques resolvieron que lo mejor sería recibir a los representantes de ambos sectores por separado.

Los primeros en ingresar fueron los dirigentes del SOIP, quienes no tuvieron ningún reparo en mostrar ante los concejales sus claros desacuerdos con el grupo liderado por Villaola. "Vinimos a expresarle a la Municipalidad nuestra indignación porque sabemos que le han entregado comida y ayuda al señor Villaola que dice representar los intereses de los trabajadores y eso no es así", le dijo a LA CAPITAL el vocal del gremio, Leonardo Ramírez.

El sindicalista sostuvo que "en todo caso, la ayuda que puedan ofrecer la Nación, la Provincia y la comuna para los trabajadores en este momento debería canalizarse a través de la única organización que los representa, que es el SOIP y no mediante un señor que es un puntero político que vive a costillas de la gente". Cumplida la reunión con el SOIP, los concejales convocaron a Villaola y Calamante, quienes se encontraban en la calle e ingresaron por la cochera ubicada sobre la calle La Rioja.

Lo cierto fue que para acceder al Concejo Deliberante ambos debían atravesar el hall central de la comuna, donde aún se encontraban los dirigentes del SOIP.

Para evitar que hubiera discusiones, Villaola y Calamante permanecieron durante varios minutos en la cochera, mientras eran esperados por los concejales. Distintas fuentes aseguraron que ante la sugerencia de que aguardaran a que los dirigentes del SOIP se retiraran, Calamante y Villaola -quienes estaban acompañados por efectivos policiales- decidieron salir nuevamente a la calle y realizar la asamblea ante sus seguidores para ponerle fin a la manifestación.

La noticia de la partida de Villaola y Calamante llegó a los concejales a través de una llamada telefónica de este último, quien expresó su disgusto ante la imposibilidad de haber llegado hasta el Concejo y anticipó que haría una conferencia de prensa para dar a conocer su postura públicamente. Lo cierto fue que lejos de retirarse del lugar, los manifestantes de la Utypa tuvieron una reacción de extrema violencia. En sólo cuestión de minutos algunas baldosas de la Plaza San Martín se convirtieron en certeros proyectiles que atravesaron los ventanales del Palacio, en algunos casos, hiriendo a algunos empleados.

En el mismo instante algunos piedrazos destrozaron los cristales de los vehículos estacionados en el lugar, uno de los cuales -perteneciente a una empleada municipal- terminó envuelto en llamas.

Reunión con concejales previa a los incidentes

Antes de que se desencadenara el ataque al palacio municipal, los presidentes de bloques del Concejo Deliberante habían resuelto recibir a los dirigentes del SOIP y a los líderes de la UTPyA por separado. No obstante, la única reunión que se desarrolló fue con el sindicato (foto), cuya comisión directiva expresó su preocupación por la continuidad de la inactividad dentro de la industria pesquera y cuestionó el papel de la UTPyA. Esta última entidad, liderada por Roberto Villaola, fue la prinicipal protagonista de los violentos incidentes ocurridos en Luro e Yrigoyen. 

Fuente: Diario La Capital

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