El ministerio público puso en marcha el proceso de toma de declaraciones testimoniales, obtención de fotogramas para exhibirlos a los testigos e identificación de las personas involucradas.
El fiscal Marcos Pagella ya inició actuaciones en el marco de la causa penal que se inició por los desmanes del martes a primera hora de la tarde frente al Palacio Municipal.
Ayer, el funcionario de la Justicia recibió la ampliación de la denuncia por escrito que realizaron letrados de la Municipalidad, como también las actas de las primeras actuaciones que habían realizado el martes los efectivos de la comisaría primera de la Policía.
"Se dio ingreso a la denuncia como causa penal y se remitió a la Delegación de Investigaciones para acumularla a lo que se hizo" indicó el fiscal, quien ya está trabajando en las diligencias pertinentes para hacerse del material fílmico de los distintos canales de televisión que se encontraban tomando imágenes en el momento de los incidentes.
Asimismo cuenta con un DVD de fotos que aportaron los funcionarios municipales.
"Ahora estamos con diligencias, como la toma de declaraciones testimoniales, obtención de los fotogramas para exhibirlos a los testigos y el proceso de identificación de las personas involucradas" indicó Pagella.
Según adelantó el funcionario judicial, por las imágenes con las que cuenta la causa hasta ahora "es factible" identificar a los responsables de las agresiones. "Se ven claramente actitudes de hostigamiento" indicó.
"Ahora hay que analizar los elementos y calificar los hechos, sea como daños calificados, incendio, lesiones" aseguró.
El martes por la noche, fuentes municipales habían dado a conocer que serían 15 las personas identificadas cometiendo agresiones contra el patrimonio de la ciudad y de particulares. No obstante, por el momento, ese dato no pudo ser corroborado por la Justicia ni por la policía.
Rosso defendió al Ejecutivo
El concejal de Acción Marplatense, Héctor Rosso, consideró que existe una "responsabilidad política y gremial" de parte de quienes "no supieron conducir" a los manifestantes que este martes provocaron serios destrozos en el Palacio Municipal y aseguró que a la vez "hay quienes utilizan esta crisis para sacar provecho y llevar agua para su molino". Asimismo, Rosso defendió la actuación del gobierno durante los incidentes así como las gestiones que el intendente Gustavo Pulti viene realizando para tratar de reencauzar la situación, asegurar la reactivación de la industria pesquera local y obtener ayuda para los trabajadores del pescado.
En diálogo con la prensa, el concejal describió ayer de qué manera se sucedieron los hechos que terminaron con el ataque al Palacio Municipal, recordando que en horas previas al inicio de la sesión del Concejo Deliberante, hubo varias solicitudes para hacer uso de la Banca 25 por parte de profesionales municipales, padres de niños que asisten al Patronato de la Infancia, el Simape y también dirigentes del Sindicato de Obreros de la Industria del Pescado y de la Unión de Trabajadores del Pescado y Afines, liderada por Roberto Villaola, quien fue acompañado por el dirigente de la CTA, Raúl Calamante.
Rosso explicó que ante la presencia de estos dos últimos grupos, cuyo enfrentamiento es un dato que se conoce públicamente, "cabía la posibilidad de analizar la conveniencia de hacerlos coincidir en la barra" a partir de lo cual se acordó recibir a sus representantes por separado en la Presidencia del cuerpo. Según el concejal, durante la mañana de anteayer hubo quienes "vieron la posibilidad de llevar agua para su molino" y sostuvo que si bien existen "suficientes imágenes televisivas para saber quiénes provocaron los destrozos" existe una "responsabilidad política y gremial" de parte de quienes "no supieron conducir" a los manifestantes. Por otra parte rechazó la posibilidad de que los dirigentes del SOIP que asistieron al Concejo estuviesen armados, explicando que si hubiera sido así, esto hubiera sido detectado por la guardia de ingreso al municipio o por las decenas de efectivos policiales que se encontraban dentro el edificio. Además, destacó la actuación del intendente quien "pidió que no hubiera represión" a partir de lo cual "no se usaron balas de goma sino de fogueo" para lograr el repliegue de los manifestantes y evitar su irrupción al Palacio.
"Si el intendente no hubiera actuado como lo hizo, sin reprimir y siguiendo todo el conflicto desde su despacho, la situación hubiese sido mucho peor", afirmó. Finalmente Rosso destacó que el jefe comunal viene realizando diferentes gestiones para tratar de asegurar la reactivación de la pesca y respondió a algunos de los planteos del bloque radical. En este sentido consideró que el pedido de la UCR de escuchar a los funcionarios del consorcio del puerto, Eduardo Pezzati y Carlos Theiller en el Concejo "no conduce a la resolución del conflicto" y además aseguró que el intendente está "trabajando desde hace tiempo para asegurar la contención de los trabajadores junto al SOIP para obtener subsidios y ayudas económicas" para paliar los efectos del conflicto.
Pulti trabajó con la ventana abierta tras los destrozos
El intendente Gustavo Pulti suele tener la costumbre de acercarse a la ventana de su despacho cada vez que se le presenta la oportunidad de hacer un alto en sus tareas.
Allí ubicado, acostumbra a atender algunas llamadas telefónicas, saludar o escuchar las inquietudes de los transeúntes que advierten su presencia. Ayer, ese ritual resultó distinto. Es que a raíz del ataque sufrido el martes por el Palacio Municipal, el ventanal de su oficina fue destrozado por varios piedrazos. Por eso todos los que pasaron por allí pudieron observar al intendente sentado frente a su escritorio o manteniendo audiencias en la mesa de reuniones. Y cada vez que se acercó a la ventana, Pulti fue requerido por los vecinos que contemplaban los destrozos provocados en el frente del municipio. Muchos compartieron su pena por el estado en el que quedó el edificio y otros aprovecharon la oportunidad para pedir la colaboración del intendente en distintas gestiones. El vidrio del despacho del intendente fue uno de los tantos que resultó roto a raíz de la lluvia de piedras que este martes cayó sobre el Palacio Municipal.
De los ventanales ubicados sobre la calle Hipólito Yrigoyen ni uno solo se salvó de los proyectiles, consistentes en grandes fragmentos de las baldosas y los canteros de la plaza San Martín. Al reanudarse ayer las actividades en el municipio, todos aquellos empleados de las dependencias afectadas debieron realizar sus tareas en condiciones bastante precarias, a la espera de que los vidrios rotos comiencen a ser repuestos. A media mañana, cuando aún no habían sido evaluados los daños en su totalidad, funcionarios del Ejecutivo le aseguraron a LA CAPITAL que todavía no se había elaborado un presupuesto definitivo para calcular cuánto dinero demandarán las reparaciones.
Fuente: Diario La Capital
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