El primer fin de semana de enero dará un respiro a quienes veranean en la Costa Atlántica con temperaturas inferiores a los 26 grados mientras en varias localidades del centro y norte del país las marcas oscilan entre los 35 y 42 grados.
Aunque hasta el momento, el sistema de alertas sobre las olas de calor y la salud no indica peligro sanitario, la marca prevista por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para la ciudad de Buenos Aires, que era de 34 grados para hoy, fue superada a las 15.30, al trepar a 37.9.
"Máximas de entre 35 y 42 grados y mínimas de entre 18 y 27 para el norte de la Patagonia, el centro y norte del país", fue el pronóstico difundido por el SMN al mediodía.
La más alta marca térmica prevista en un primer momento era "de 41 grados para la ciudad pampeana de Santa Rosa"; sin embargo, al mediodía, el rango de temperaturas máximas se amplió a 42 grados.
En tanto, según el SMN, para la ciudad de Buenos Aires será de 34 grados, para Córdoba 33, el Gran Buenos Aires 34 al igual que Entre Ríos y Chaco; y en La Rioja y San Juan, las temperaturas oscilarán los 37 grados.
A diferencia de lo ocurrido ayer -cuando las máximas superaron los 33 grados, las temperaturas serán mucho más moderadas en la costa atlántica, a excepción de Necochea, donde treparán hasta los 34.
En Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell las temperaturas máximas serán en la jornada de 26 grados y de acuerdo al SMN, el cielo se presentará algo nublado.
El alerta sobre olas de calor y salud para la ciudad de Buenos Aires y alrededores se encuentra "en verde", lo que indica que las temperaturas imperantes no representan un peligro sanitario para la población.
No obstante, ayer el Ministerio de Salud de la Nación difundió un comunicado con una serie de recomendaciones para evitar los efectos negativos del calor.
"Le pedimos muy especialmente a las embarazadas que se hidraten más; a las mamás que no dejen de amamantar y se aseguren de que los niños tomen abundante agua y jugos naturales, para prevenir la deshidratación, evitar las diarreas y otros problemas de salud que puede acarrear la ola de calor", recomendó el ministro.
Además de niños y embarazadas, el titular de la cartera sanitaria recordó que otros grupos de riesgo son los mayores de 65, los chicos obesos o desnutridos, los que están con fiebre por otra causa previa o diarrea, los que ya tienen la piel quemada por el sol y los que padecen enfermedades crónicas (cardíacas, renales, mentales o neurológicas).
"Para evitar la asociación verano-diarreas es muy importante el uso de agua segura para beber y cocinar, y también para el lavado de utensilios y de las verduras que ingerimos", explicó Manzur.
Ante dudas respecto de la calidad del agua, desde el Ministerio se recomendó hervirla durante 3 minutos o agregarle 2 gotas de lavandina por litro, tomando la precaución de dejarla reposar al menos media hora antes de usarla.
Además de los efectos no deseados del calor en la salud de la población, la sequía también obligó a las autoridades a tomar medidas preventivas.
En ese sentido, el gobierno de la provincia de Buenos Aires debió reforzar las acciones para garantizar la provisión de agua potable.
Por ese motivo, el ministro de Infraestructura bonaerense, Alejandro Arlía, conformó una "Mesa del Agua", junto a los responsables de ABSA, SPAR, ADA y OCABA, destinada a la búsqueda de nuevas estrategias que eviten problemas puntuales relacionados al suministro del recurso.
"Todos nuestros esfuerzos tienen que estar volcados a la provisión de agua potable y a la concientización de la necesidad del uso racional del agua, porque es un recurso escaso, agravado por la disminución de las reservas acuíferas como consecuencia de la sequía y la temporada estival", sostuvo Arlía.
Desde que comenzó el verano, el mismo 21 de diciembre, las temperaturas más elevadas se registraron en La Rioja, con 46 grados y en Santiago del Estero, con 44, 2; al día siguiente, en Resistencia, 42,2; y el 27 diciembre pasado, con 39 grados en Bahía Blanca (39).
Fuente: Télam
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