Aceleran los trabajos previos en el nuevo predio de disposición final de residuos

El nuevo relleno sanitario estará listo para operar en marzo. Están avanzadas las tareas de instalación del sistema de tratamiento de los lixiviados. Incluye mejoras tecnológicas. Están listas las obras civiles.

as tareas de preparación del predio en el que funcionará el nuevo relleno sanitario de General Pueyrredon avanzan según los plazos previstos, con el objetivo de comenzar a operarlo en poco menos de dos meses.
La estructura de la primera celda -que podrá albergar los residuos que se generen en la ciudad por los próximos 12 años- está avanzada en un 75%, aseguró ayer la directora de gestión ambiental, Claudia Baltar.

Tanto Baltar, como el actual secretario de gobierno e iniciador del proyecto, Marcelo Artime, brindaron detalles de los trabajos que se están llevando a cabo en el predio conocido como "ex Venturino" que esta gestión adquirió para la obra.

"Se avanzó bastante, sobre todo en este mes en el que hubo poca lluvia, porque el suelo tiene que estar seco para que se pueda colocar la doble membrana" explicó la funcionaria municipal, que sigue de cerca cada etapa de los trabajos que lleva adelante la empresa Tecsan, a la que hace un año se le adjudicaron las tareas de preparación del relleno sanitario y su operación por un plazo de 3 años.

Además de poner una doble membrana para aislar el lugar de depósito de los residuos del suelo, esa etapa fundamental incluye la colocación de un sistema de recolección y tratamiento de los líquidos lixiviados que genera la basura.

"A medida que de va poniendo la membrana se coloca también la cañería, tipo cola de pescado, para captar los lixiviados. También están muy avanzados los trabajos de las lagunas de ecualización y la anaeróbica" enumeró Baltar.

La laguna de ecualización es un "piletón" en el que confluyen las cañerías y se depositan los lixiviados para homogeneizarlos. Una vez cumplido este proceso, los efluentes pasan a la "laguna anaeróbica, "donde tienen un tiempo de residencia y un pre tratamiento".

Recién después estos líquidos pasan al tratamiento biológico, que será de ultra y nanofiltración, es decir que los efluentes de los residuos se convertirán en agua apta para riego.

Este sistema de tratamiento biológico será más moderno tecnológicamente, más fácil de operar y no implica mayores costos que el sistema que estaba previsto originalmente en el pliego de licitación (inyección biológica).

"Para el tratamiento biológico falta el montaje electromecánico" indicó Baltar, señalando que "incluye una mejora tecnológica a la que le dimos factibilidad técnica cuando la empresa nos hizo la consulta, porque es tecnológicamente mejor, es más fácil de operar y tiene similar costo de operación" aseguró.

"El sistema es más nuevo que el que se utiliza en la mayoría de las plantas de tratamiento que hay en el país y el resultado es agua transparente, que si bien no se puede utilizar para consumo humano, si es apta para riego" destacó Artime.

El funcionario puso de relieve también las garantías que brinda la doble membrana que se está instalando sobre el suelo para aislarlo de los residuos. "Fue un pedido que realizó el Organismo Provincial de Desarrollo Sustentable (OPDS) y hace que el lugar tenga las condiciones de impermeabilidad y seguridad como para disponer de residuos especiales" explicó.

Filtración de gas

El pliego de licitación prevé que se incorpore la tecnología necesaria para la filtración del gas del lixiviado. "El líquido se filtra para abajo, por eso las cañerías se hacen primero, pero para captar los gases la infraestructura es con chimeneas que se arman a medida que se va arrojando la basura, en el medio del relleno. Líquidos hay desde el principio, pero para que surjan gases pueden pasar dos años" señaló el arquitecto Artime.

Esas chimeneas que se van instalando entre los residuos, "absorben el gas metano y lo conducen".

Una vez captado el gas metano, hay dos posibilidades: La primera es llevarlo hacia un quemador del gas metano, que lo tiene un filtro que lo quema en condiciones ambientales idóneas, o para generar energía que se utilice para la iluminación del propio predio o incluso de alguna pequeña zona habitada en las cercanías.

"El tratamiento del gas metano sirve para ingresar al mercado de bonos de carbono, porque quiere decir que allí se está realizando un tratamiento, en vez de liberar metano a la atmósfera" apuntó Artime.

Por eso, a futuro, el municipio tendrá que decidir cuál de las dos opciones se utilizan. "En caso de optar por los créditos de carbono, hay que decidir si es la ciudad la que gestiona la entrada al mercado o le da la autorización a la empresa para que opere, a cambio de un canon" explicó.

Obra civil

En tanto la obra civil, que incluye oficinas, obradores, instalaciones para el personal de operación y el Salón de Usos Múltiples para uso comunitario, ya están prácticamente terminados. Allí se iniciarán visitas guiadas a colegios, a partir de marzo.

La obra en números

* El nuevo Centro de Tratamiento y Disposición Final de Residuos Sólidos Urbanos funcionará en el predio de 65 hectáreas conocido como "ex Venturino", que adquirió la Municipalidad.

* La obra tiene un costo de 80 millones de pesos. El 75% está a cargo del Gobierno nacional (a través de un crédito del Banco Mundial) y el 25% restante a cargo del municipio.

* La primera celda tiene capacidad para funcionar durante 12 años. La segunda, podrá recibir residuos por otros 8 años. En total, este relleno sanitario significará una solución a la disposición final de residuos, por 20 años.

* Las dos celdas tienen capacidad para recibir 4.976.000 m3 lo que equivale a 18.635 toneladas mensuales de residuos en promedio.

* Las celdas tienen una cota denominada "menos 3". Es decir que tienen una forma geométrica que implica que tengan más extensión que profundidad y altura. Esta elección tiene que ver con no tener problemas con las napas, ni con la vista.

Fuente: Diario La Capital