El subsecretario de Derechos Humanos, Luis Alén, afirmó que "la parte que falta en el proceso de Memoria, Verdad y Justicia es el juzgamiento de los civiles", e indicó que "la apertura de los archivos del personal civil de inteligencia ha sido un aporte fundamental".
El funcionario aseguró ayer en CN23 que "hubo jefes civiles de la dictadura" y que el principal fue el ex ministro de Economía del Proceso, José Alfredo Martínez de Hoz.
Alén también dijo que durante la dictadura "hubo participación de jueces" y que dentro del Poder Judicial hubo resistencia al inicio de juicios por delitos de lesa humanidad, "como en la Cámara de Casación".
"Ha quedado descubierto en Mendoza la complicidad durante la dictadura de los jueces (Julio Demetrio) Petra, (Otilio) Romano y (Luis) Miret", indicó el subsecretario.
El funcionario precisó: "En Mar del Plata tenemos querellado desde hace cinco años, sin que el mecanismo de juicio político de la provincia termine su destitución, a un juez que está en funciones desde 1976 y que se llama Pedro Hooft y fue uno de los responsables directos de la desaparición de una serie de abogados, en lo que se llamó la Noche de las Corbatas".
Alén dijo que el magistrado "está en actividad", a pesar de que "tiene la querella de la Secretaría, de organismos de derechos humanos de Mar del Plata y requerimiento fiscal".
Terrorismo en democracia
Alén se refirió también a hechos sucedidos con anterioridad al golpe de Estado de 1976 y por el que el juez federal Daniel Rafecas procesó a 15 miembros de las Fuerzas Armadas que actuaron en los centros clandestinos Protobanco y Puente 12, que funcionaron en Camino de Cintura y Richieri, provincia de Buenos Aires.
"Hasta el 24 de marzo del 76 hubo terrorismo de Estado, en tanto y en cuanto sectores del Estado como las Fuerzas Armadas, algunas fuerzas de seguridad o grupos apoyados por el Estado cometían crímenes masivos y sistemáticos. Lo que cambia el 24 de marzo del 76 es que todo el Estado se vuelve terrorista", dijo el subsecretario.
Alén afirmó que desde la Secretaría se realiza una campaña para convocar a los conscriptos que hicieron el servicio militar entre el 76 y el 83.
"Hemos tenido muchos que se han acercado y han aportado datos. Es una tarea de reconstrucción muy difícil. Hemos recopilado más de 10 millones de fojas que se están procesando. Están los legajos de mucho personal que prestó servicios en esa época, que hay que revisarlo para ir viendo donde estaban destinados, que funciones cumplían", aseguró.
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