El gobernador bonaerense y aspirante a la reelección se definió como “leal pero no obsecuente” del kirchnerismo y recordó su acompañamiento a la administración central “cuando las papas quemaban”. Además, elogió las políticas para enfrentar la crisis y aseguró que el proyecto que encarna Cristina Fernández es “superador” del encuadre en cualquier partido político. “En este proyecto, el peronismo expresa sus mejores banderas”, subrayó.
La principal sede porteña del Banco Provincia de Buenos Aires tiene, en su piso 19, una oficina destinada exclusivamente para los gobernadores. Daniel Scioli la decoró con una serie de fotos. Algunas son familiares, pero en la mayoría se lo ve junto a Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Todas sirven para graficar una afirmación: “Siempre estuve en este proyecto colectivo.” Allí recibe a Tiempo Argentino. Se preocupa en no mostrarse triunfalista. En todo caso, busca demostrar las razones por las que tanto él como la presidenta serán muy posiblemente reelectos: “Este es el mejor proyecto para el país, donde el peronismo ve representada sus mejores banderas históricas. La sociedad tiene previsibilidad, coherencia y confianza.”
–¿No se cansa de que siempre sospechen de su lealtad a la presidenta?
–Lo que pasa es que yo soy leal y no obsecuente. Entonces, algunos no pueden creer que una persona que fue convocada por Néstor Kirchner en 2003 esté siempre presente y poniendo lo mejor de sí para acompañar este proyecto, a mi manera, en las distintas circunstancias y fundamentalmente cuando las papas quemaban. Ahí siempre estuve. Esto es lo que Néstor siempre valoraba y lo que Cristina, personalmente me consta, destaca de mi persona, más allá que de lo político sino desde lo humano. La provincia de Buenos Aires es la más importante de todas por el tamaño y la complejidad. Entonces, ¿a quién se la confían? A una persona que tiene la capacidad para llevar adelante esa responsabilidad. En estos cuatro años me ha ocurrido de todo. La muerte de Kirchner, la enfermedad de Balestrini, la derrota de 2009… ¿Y? Acá estamos en la provincia, que es muy competitiva en lo electoral, con un gran respaldo y un acompañamiento a mi gestión, a mi equipo de trabajo pero también al proyecto nacional.
–Parece que se aproxima a los comicios sin complicaciones. ¿Por qué?
–En principio porque he planteado un cambio en el abordaje político, de gestión y en el rediseño de la provincia. Pero además porque Buenos Aires late al ritmo de la Nación y esta provincia crece cuando la Nación avanza. Si hay políticas nacionales que facilitan la industrialización, una gran inversión en educación, salud pública, en servicios esenciales como las cloacas y el agua potable, la generación de trabajo, todo ello repercute favorablemente en la provincia.
–En estos años vivió el conflicto con el campo. ¿Tuvo temor a que se perdiera todo?
–Mi preocupación mayor era por la institucionalidad. Son cosas que yo sé que Néstor y Cristina lo entendieron porque ahí es donde se pone a prueba el compromiso de una relación. Valoraron todo lo que yo hacía porque sabían lo que significa para la provincia el complejo agrícola ganadero. Y lo sabían porque yo era parte de un equipo. Lo importante era que el país avance.
–¿Y cómo enfrentó el problema del campo en su provincia?
–Me preocupé mucho en acercar posiciones, despolitizando todo y pudimos analizar con racionalidad los problemas. Hubo una agenda de trabajo importante con Julián (Domínguez, ministro de Agricultura) y nosotros con nuestro propio ministerio que conduce Ariel Franetovich. Todo se superó gracias a un gran trabajo en equipo. Pero de todas formas no dejé de recorrer la provincia y tenemos un programa muy claro de gobierno que es la de industrializar la ruralidad, lo que se trata es de generar oportunidades, arraigo, inversiones, parques industriales, infraestructura, educación, darles valor agregado a las materias primas. Ese mensaje ha calado en la provincia y provocó un gran acompañamiento.
–Por todo lo que dice, ¿para usted no hay duda de que su provincia está integrada al modelo colectivo que pregonaba Kirchner?
–Esa es una de sus grandes enseñanzas. Néstor fue un adelantado. Hoy lo que ocurre en el mundo así lo demuestra, los países que van a contramano con las políticas que se hacen en la Argentina tienen grandes consecuencias sociales. Acá se tomó el camino de un fuerte mercado interno, de proteger a los sectores productivos, industrializar y desendeudar el país social y económicamente.
–Se acerca el primer aniversario de la muerte de Kirchner. ¿Qué significó esa pérdida?
–Fue tremendo e imprevisto y desgarrador. Admiro ese fuego sagrado y la fuerza interna de la presidenta por saber llevar esta situación, tomando decisiones e iniciativas, honrando la memoria del ex presidente. Eso nos compromete mucho más a poner lo mejor de nosotros, para que cada uno, desde su lugar, sume y una esfuerzos.
–En el coloquio de IDEA buena parte de los empresarios se mostraron optimistas con respecto al modelo político y económico. ¿Le sorprende esa actitud del mundo empresarial?
–No, en lo más mínimo. Y es porque Cristina les plantea con toda claridad de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos con el plan Industrial 2020 y el plan Agro Alimentario 2020. Es una clara referencia de que este proyecto planifica y no improvisa. Yo se los dije a los empresarios. Les recordé que en este camino en el que está el país, ellos pudieron crecer con sus proyectos, empresas, comercios y con sus importaciones. Yo lo siento en la provincia, el sector textil, calzado, metalmecánica, automotriz y alimenticio. A todo eso hay que sumarle toda la economía que se mueve alrededor de esos sectores. Por eso Tecnópolis expresa el faro de la Argentina, al futuro adonde la presidenta nos convoca. Eso es valorado por los trabajadores y por los empresarios. El mundo cada vez comprende en profundidad este proyecto, este rumbo donde la Argentina dejó de andar a los bandazos para entrar en la senda del crecimiento, donde ahora están dadas las condiciones para un fuerte desarrollo ,y esto la gente lo acompaña.
–¿Qué le aporta Gabriel Mariotto a su próximo gobierno?
–Nos complementa el equipo para llevar adelante esta responsabilidad. Gabriel es un hombre muy trabajador, con gran sentido del deber y la responsabilidad que le confían. Tenemos por delante un gran trabajo.
–Usted es un hombre del proyecto. ¿Se siente en condiciones de ser un presidenciable para dentro de cuatro años?
–Yo siempre estuve en este proyecto colectivo, siempre estuve en la misma vereda, ni me fui ni volví. Lo que siempre hice fue cumplir con mis responsabilidades y no distraerme en otras cuestiones, ni pensar ni hacer especulaciones. Cuando fui diputado trabajé como diputado después me tocó ser vicepresidente y cumplí con mi rol. Ahora soy gobernador que aspira a poder completar la segunda etapa del cambio en la provincia de Buenos Aires. Siempre dentro de un equipo de trabajo, por eso me verán el día después trabajando codo a codo con la presidenta para cumplir con lo proyectado para esta nueva etapa. Hay muchos que no lo entienden porque la política está tan llena de traiciones y golpes bajos, pero hay pocos antecedentes de dirigentes políticos que están juntos durante diez años como me pasa a mi con Néstor y Cristina.
–Usted vivió, si se quiere, dos momentos muy diferentes del peronismo. El liberal de los ’90 y ahora el modelo de los Kirchner. ¿Cuál es el verdadero?
–El tiempo más extenso de mi carrera política y el grado de responsabilidad asumida se desarrolla durante esta etapa de Néstor y Cristina. Este es el mejor proyecto para el país, donde el peronismo ve representado sus mejores banderas históricas. Se lo ve en la justicia social, la Asignación Universal por Hijo, la independencia económica con el desendeudamiento. La soberanía política se expresa en la industrialización, con un gran espíritu frentista. Esta es la gran fuerza transformadora que llevará adelante la presidenta Cristina Kirchner, que es superadora de todo lo que puede estar encuadrado en un partido político.
Fuente: Tiempo Argentino
No hay comentarios:
Publicar un comentario