El dato lo proporcionó la responsable de la Dirección municipal de la Mujer, Alejandra Patuto. Dijo que es alarmante el número de comunicaciones que se recepcionan por casos de agresión contra adolescentes
En noviembre de 2010, Alejandra Patuto confió que la línea Malva (108), de asistencia y orientación a la mujer víctima de violencia, recibió a diario unos 15 llamados telefónicos. Por entonces, las consultas se mantenían estables desde hacía más de un año. Sin embargo, en el último tiempo el promedio de comunicaciones recepcionadas se incrementó. Actualmente, la Dirección de la Mujer atiende no menos de 20 consultas por día, es decir, un 25% más que hace nueve meses.
Aunque por la reestructuración que está desarrollando el área en materia de sistematización de datos para el posterior diseño de políticas públicas, Patuto no pudo proporcionar estadísticas actualizadas, sí pudo confirmar que por diversos motivos las mujeres se están atreviendo a consultar más sobre los pasos que deben seguir para terminar con el contexto violento que las envuelve.
“Ha habido un incremento de consultas; un promedio de 20 llamados en el horario central (horario escolar). Pero hay que aclarar que la línea Malva es de consulta porque no tiene que ver específicamente con el riesgo. La mujer que está sufriendo violencia en ese preciso momento tiene que llamar al 911 o a la comisaría de la Mujer. Nosotros como Municipio no tenemos los medios, ni tampoco podemos intervenir en un domicilio. Por eso que se trata de una línea de apoyo que sirve para prevenir o asesorar a la mujer previa denuncia formal”, explicó Patuto, en diálogo con El Atlántico.
Desde hace un año, la línea funciona durante 12 horas corridas. Fue una decisión adoptada a partir de la ampliación del nivel de llamados y de las acciones que por ende deben concretarse para extender el asesoramiento y cuidado a las mujeres violentadas. “En los momentos en los que no recibimos llamados, nos comunicamos con las ONG con las que articulamos y con las sociedades de fomento, porque lo que queremos hacer es fomentar referentes en los barrios”, indicó.
En este sentido, Patuto argumentó que el formar asesoras en territorio responde a que la mayoría de los llamados recibidos al 108 provienen de los sectores sociales más vulnerables. “Y muchas de ellas tal vez no se llegan hasta la sede de Desarrollo Social, que es donde funcionamos. Por eso nos parece importante que en las sociedades de fomento o escuelas de los barrios periféricos también funcionen asesorías”, justificó la funcionaria, que dijo que las operadoras, por teléfono o en territorio, se encargan de evaluar también la posibilidad de que las mujeres se sumen a alguna instancia terapéutica colectiva o individual. “Eso depende de cada caso”, aclaró.
La directora del área municipal de la Mujer aseguró que en el imaginario social sobrevuela la idea de que lo primero que hay que hacer es denunciar el caso de violencia que se vive. Sin embargo, Patuto advirtió que “lo mejor, siempre, es asesorarse primeramente”. “Esto tiene que ver con que no todas las mujeres pueden estar seguras de denunciar a su pareja en ese momento y llevan entonces a hacer caer la denuncia. Por ende, llamar a la línea Malva permite hacer todas las preguntas necesarias y para luego sí hacer eventualmente una denuncia”, recomendó, para reforzar la idea de que el 108 “es una instancia de fortalecimiento en el proceso de contención psicológica de la mujer víctima de violencia”.
MÁS CHICAS, MÁS CASOS
Llamativamente, Patuto hizo énfasis en la proyección que indicaría que en Mar del Plata son “muchos los llamados que se reciben al 108 consultando por violencia entre adolescentes”. Es decir, por los casos en los que las mujeres de entre 16 y 25 años son violentadas por sus también jóvenes parejas.
“Es evidente el incremento de la violencia en adolescentes. Se está dando un fenómeno: antes la violencia se manifestaba en etapas (el grito, la amenaza, la cachetada, luego la reconciliación). Y hoy esas instancias se aceleraron tanto que tenemos muchos casos en los que se constata que van directamente al acto violento físico”, alertó Patuto.
“Por eso –continuó- que muchas veces las que llaman son las madres de esas chicas, diciendo que no saben cómo hacer el acercamiento para que sus hijas se den cuenta de la situación que están viviendo. De hecho, siempre que hay un caso que conmociona a la opinión pública, se incrementan muchísimo los llamados o consultas en la sede.
¿DE DIRECCIÓN A SECRETARÍA?
En la última semana, mujeres de la política del Frente para la Victoria consideraron pertinente que la Dirección municipal de la Mujer recibiera el rango de secretaría, para así obtener mayor presupuesto y autonomía de funcionamiento. Actualmente, el área que dirige Alejandra Patuto opera con sólo un millón de pesos al año. Con ese dinero tienen que solventar la línea, los programas asistenciales y el Hogar de Tránsito Gloria Galé.
A continuación, la opinión de la funcionaria sobre si la dependencia debiese de alcanzar el rótulo de secretaría: “Que la convirtieran por supuesto que sería más que favorable. En términos de recursos tal vez no sea tan relevante, pero sí en posibilidades de acción. Hoy por hoy nuestro presupuesto es muy pequeño y encima dependemos de Desarrollo Social. Convertir en secretaría a la Dirección sería emponderar la política pública de la Mujer”.
ABORTO
“Es una discusión que hay que dar, pero es uno de esos grandes temas que la sociedad niega. Eso mismo pasa con la prostitución; hacemos de cuanta de que no existen. Tenemos que arribar a una situación más madura, para sentarnos y discutir este tema, porque es una realidad que hay muchas mujeres que pasan por esas situaciones. Lo que no podemos hacer es negar las circunstancias”, introdujo Patuto, cuando fue consultada sobre la despenalización del aborto.
“El aborto existe –agregó- y si una quiere evitarlo tiene que disponer una serie de medidas de protección para que no lleguen a esas situaciones. Si una no quiere llegar al aborto, lo que tiene que hacer es reforzar la educación, la prevención y dar la discusión. Y eso hoy no se hace. Yo creo que todavía no estamos preparados para dar esa discusión, porque hay una gran negación. Tal vez tenga que ver con que muchos los sienten muy alejados de su realidad y por eso les cuesta hablar y entender”, sentenció.
Fuente: Diario El Atlántico
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