Se estima que hay unos dos mil trabajadores entre mensajeros y deliverys. La precarización laboral es moneda corriente dentro de la actividad y las exigencias son causa de siniestros de tránsito. Apenas dos comercios en la ciudad tienen en blanco a su personal de calle.
El secretario gremial del Sindicato Independiente de Mensajeros y Cadetes (SIMeCa), Luciano Squillacci, se refirió a la intención que tiene esta asociación gremial, que nuclea a los trabajadores de mensajería y delivery, de constituirse en Mar del Plata.
Con más de diez años de activa presencia en la ciudad de Buenos Aires, SIMeca pretende regularizar la situación laboral de aproximadamente unos dos mil trabajadores entre mensajeros y delivery.
En declaraciones a Radio La Red (FM 91.3), Squillacci indicó que en el relevamiento que han realizado en el último mes pudieron apreciar que uno de los principales problemas por los que deben atravesar los trabajadores del sector pasa por la precarización laboral. “El trabajo en negro es muy común y sólo dos comercios dentro del rubro gastronómico tienen a su personal regularizado”, confesó.
Otro de los aspectos que pudieron apreciar como muy preocupante es el alto índice de accidentología vial y de inseguridad. “Tenemos un plan de seguridad vial y de concientización del uso del casco para los compañeros para tratar de regularizar la actividad y contribuir como actores del tránsito a un desenvolvimiento más seguro en las calles de la ciudad”, manifestó.
El dirigente gremial reconoció que en la actualidad aquella persona interesada en desarrollarse dentro de esta actividad deberá correr con todos los gastos logísticos, como el mantenimiento de la moto, casco, indumentaria, todas las edidas de seguridad y en el sector patronal la mayoría de las agencias no están registradas y el trabajo en negro es lo más común.
“Desde el Simeca estamos haciendo un relevamiento junto con los compañeros de la CTA, para poder presentarle a la Intendencia un plan que tienda a regularizar la actividad y que el sector patronal facilite el blanqueo de los trabajadores y dando una cobertura legal al empleador porque tener un trabajador que se moviliza en moto en negro se arriesga y por eso le decimos que no se asuste del sindicato que no viene a cerrar mensajerías o pizzas sino que pretende garantizar un futuro digno a los trabajadores”, fundamentó.
Squillacci destacó que el grueso de los trabajadores tienen entre 18 y 20 años “que buscan un futuro laboral, que están en plena formación de su personalidad y se encuentran con desprotección, falta de cumplimiento de leyes y donde la precariedad laboral mata porque los accidentes de tránsito son muy graves”.
Se trata de una actividad “ninguneada” por el empresario donde se observar a los mensajeros circular por las calles con los minutos contados a raíz de las presiones laborales para cumplir con un servicio a expensas de cualquier episodio grave.
El representante del SIMECA confesó que las exigencias a las que se ve expuesto el trabajador mensajeros “es la culpable en un cien por ciento de la imprudencia, donde atado a una situación precaria, se ve forzado a meter la mayor cantidad de viajes posible para ganar un peso más y lleva en muchos casos a no respetar las leyes de tránsito”.
Fuente: Gonzalo Patrone / Puntonoticias
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