Oscar Cuartango dijo que es necesario “brindar solución a los trabajadores”, aunque reconoció que la firma que compró la fábrica nada tiene que ver con la carne. Ratificó el cierre de las paritarias y evitó opinar del pedido de la CGT para subir un 41% el salario mínimo
La expropiación del frigorífico Sadowa había llevado satisfacción y cierto grado de tranquilidad a los trabajadores que decidieron organizarse y formar una cooperativa para reactivar la fábrica, que puede emplear -si llegase a su esplendor- a más 500 obreros. Sin embargo, el gobernador Daniel Scioli vetó la ley. Por primera vez, una voz oficial se refiere al tema: Oscar Cuartango, ministro de Trabajo bonaerense, dijo que el proyecto era “inviable”.
Hoy la cooperativa cuenta con 150 asociados -serían unos 70 los primeros en ingresar- pero hay más de 350 jóvenes y adultos que están en carpeta. “La mayoría somos gente grande que no estamos insertados en el mercado laboral, que necesitamos este empleo, y la recuperación del frigorífico permitirá también a muchos jóvenes que no tienen oficio, conseguirlo”, señalaba días atrás el presidente de la cooperativa Recuperar, Carlos Vega.
- ¿Cómo vio el veto del gobernador sobre la expropiación de Sadowa, una fábrica que crearía más de 500 puestos de trabajo y además estaba la posibilidad de construir viviendas sociales en los terrenos lindantes? -le preguntó El Atlántico.
Yo quiero separar dos cuestiones fundamentales. El tema Sadowa lo manejé desde la óptica laboral y era mi interés como ministro de Trabajo tratar de preservar por todos los medios los puestos de trabajo. Finalmente, y después de muchos avatares, la empresa se desmoronó, fue abandonada por sus titulares. El tema de la expropiación tiene que ver con una cuestión que a mi me excede, porque tiene que ver con la viabilidad del emprendimiento. Es un tema mucho más complejo donde intervino el ministerio de Asuntos Agrarios y el Ministerio de la Producción, que son los que específicamente analizan desde esa óptica. Yo creo que hay que brindarles solución a los trabajadores, pero no necesariamente tiene que pasar ella por la expropiación.
- Pero hoy la empresa que compró por 6 millones de pesos el frigorífico, es una empresa constructora, no tiene nada que ver con el gremio de la carne.
- Efectivamente, pero había que ver si era viable ese emprendimiento desde el punto de vista de la explotación de la actividad a la cual está destinado.
- ¿El gobierno provincial cree que no es viable…?
- Claro que no y por eso plantearon el veto.
La cooperativa ya está inscripta en la Afip, tiene el CBU del Banco Credicoop, e incluso es reconocida por el Ministerio de Trabajo de la Nación, que está girando 600 pesos para cada asociado a la cooperativa. “Tenemos un cronograma de trabajo para implementarlo mañana”, determinaban los obreros días atrás.
PARITARIAS, SALARIOS Y EL PEDIDO DE LAS CENTRALES
Pronto a reunirse el Consejo del Salario, tanto la CTA como la CGT plantearon la necesidad de contar con un salario básico de 2.600 pesos, lo que implicaría una suba del 41 por ciento.
Consultado al respecto, Cuartango -quien estuvo en la ciudad para firmar un acuerdo para realizar una Diplomatura en Gestión Sindical en una universidad privada- reparó: “Creo que todo lo que sea mejorar la situación salarial de los trabajadores es positivo. Obviamente que hay un ámbito para discutir eso que es el Consejo del Salario, y allí participan los representantes de las organizaciones sindicales y de los empresarios, y lo articula o coordina el Ministerio de Trabajo de la Nación”.
“De ahí va a salir acordado el monto final, que no sé cuál será”, apuntó, sin opinar acerca del monto reclamado por las centrales obreras.
En paralelo, planteó: “Pero creo que es positivo haber retomado la práctica de actualizar anualmente el salario mínimo vital y móvil. Podemos quedarnos satisfechos más o menos, o disconformes, con la suba que resulte de esa actividad. Pero lo cierto es que después de décadas en las que estuvo congelado, es sumamente positivo que todos los años sigamos actualizándolo”.
Enseguida, se refirió a las negociaciones colectivas, tanto del sector público como del privado. “Nosotros venimos realizando negociaciones colectivas laborales en todos los ámbitos, desde el 2003 a la fecha”.
Luego reparó: “Sabemos que los representantes de los trabajadores tienen la legítima aspiración de conseguir más, y los que tienen la responsabilidad de manejar las finanzas de la Provincia tienen la obligación de establecer montos que sean susceptibles de ser pagados. Y en eso se genera una confrontación y a veces una disputa de ideas encontradas. No porque pensemos distinto o defendamos intereses distintos, sino porque representamos distintas ópticas”.
Cuartango dijo reivindicar “la negociación colectiva y el Consejo del Salario”: “Sirve para establecer pautas mínimas, por debajo de las cuales no puede estar ningún trabajador asalariado, que cumpla una jornada normal de trabajo”, sostuvo.
El ministro estaba adelantándose a la próxima pregunta. Sus palabras adelantaban la respuesta al interrogante por la reapertura de paritarias bonaerenses, para estatales y docentes. Distintos gremios pidieron no solamente discutir aumentos salariales, sino también mejoras laborales.
Sin embargo, la contestación de Cuartango fue tajante: “En este momento no estamos en condiciones de dar la reapertura de paritarias. Es un dato objetivo que nos marca la situación presupuestaria. No es que desconozcamos la legitimidad del derecho y la justicia que podría ser mejorar la situación salarial de los docentes. El gobierno de Scioli fue el que mejor recompuso en términos reales el salario de toda la historia contemporánea de la Provincia”, señaló el funcionario.
“Vamos a seguir discutiendo, nos vamos a poder confrontar, pero mantenemos la herramienta de la negociación colectiva, y la hemos institucionalizado”, concluyó.
La expropiación del frigorífico Sadowa había llevado satisfacción y cierto grado de tranquilidad a los trabajadores que decidieron organizarse y formar una cooperativa para reactivar la fábrica, que puede emplear -si llegase a su esplendor- a más 500 obreros. Sin embargo, el gobernador Daniel Scioli vetó la ley. Por primera vez, una voz oficial se refiere al tema: Oscar Cuartango, ministro de Trabajo bonaerense, dijo que el proyecto era “inviable”.
Hoy la cooperativa cuenta con 150 asociados -serían unos 70 los primeros en ingresar- pero hay más de 350 jóvenes y adultos que están en carpeta. “La mayoría somos gente grande que no estamos insertados en el mercado laboral, que necesitamos este empleo, y la recuperación del frigorífico permitirá también a muchos jóvenes que no tienen oficio, conseguirlo”, señalaba días atrás el presidente de la cooperativa Recuperar, Carlos Vega.
- ¿Cómo vio el veto del gobernador sobre la expropiación de Sadowa, una fábrica que crearía más de 500 puestos de trabajo y además estaba la posibilidad de construir viviendas sociales en los terrenos lindantes? -le preguntó El Atlántico.
Yo quiero separar dos cuestiones fundamentales. El tema Sadowa lo manejé desde la óptica laboral y era mi interés como ministro de Trabajo tratar de preservar por todos los medios los puestos de trabajo. Finalmente, y después de muchos avatares, la empresa se desmoronó, fue abandonada por sus titulares. El tema de la expropiación tiene que ver con una cuestión que a mi me excede, porque tiene que ver con la viabilidad del emprendimiento. Es un tema mucho más complejo donde intervino el ministerio de Asuntos Agrarios y el Ministerio de la Producción, que son los que específicamente analizan desde esa óptica. Yo creo que hay que brindarles solución a los trabajadores, pero no necesariamente tiene que pasar ella por la expropiación.
- Pero hoy la empresa que compró por 6 millones de pesos el frigorífico, es una empresa constructora, no tiene nada que ver con el gremio de la carne.
- Efectivamente, pero había que ver si era viable ese emprendimiento desde el punto de vista de la explotación de la actividad a la cual está destinado.
- ¿El gobierno provincial cree que no es viable…?
- Claro que no y por eso plantearon el veto.
La cooperativa ya está inscripta en la Afip, tiene el CBU del Banco Credicoop, e incluso es reconocida por el Ministerio de Trabajo de la Nación, que está girando 600 pesos para cada asociado a la cooperativa. “Tenemos un cronograma de trabajo para implementarlo mañana”, determinaban los obreros días atrás.
PARITARIAS, SALARIOS Y EL PEDIDO DE LAS CENTRALES
Pronto a reunirse el Consejo del Salario, tanto la CTA como la CGT plantearon la necesidad de contar con un salario básico de 2.600 pesos, lo que implicaría una suba del 41 por ciento.
Consultado al respecto, Cuartango -quien estuvo en la ciudad para firmar un acuerdo para realizar una Diplomatura en Gestión Sindical en una universidad privada- reparó: “Creo que todo lo que sea mejorar la situación salarial de los trabajadores es positivo. Obviamente que hay un ámbito para discutir eso que es el Consejo del Salario, y allí participan los representantes de las organizaciones sindicales y de los empresarios, y lo articula o coordina el Ministerio de Trabajo de la Nación”.
“De ahí va a salir acordado el monto final, que no sé cuál será”, apuntó, sin opinar acerca del monto reclamado por las centrales obreras.
En paralelo, planteó: “Pero creo que es positivo haber retomado la práctica de actualizar anualmente el salario mínimo vital y móvil. Podemos quedarnos satisfechos más o menos, o disconformes, con la suba que resulte de esa actividad. Pero lo cierto es que después de décadas en las que estuvo congelado, es sumamente positivo que todos los años sigamos actualizándolo”.
Enseguida, se refirió a las negociaciones colectivas, tanto del sector público como del privado. “Nosotros venimos realizando negociaciones colectivas laborales en todos los ámbitos, desde el 2003 a la fecha”.
Luego reparó: “Sabemos que los representantes de los trabajadores tienen la legítima aspiración de conseguir más, y los que tienen la responsabilidad de manejar las finanzas de la Provincia tienen la obligación de establecer montos que sean susceptibles de ser pagados. Y en eso se genera una confrontación y a veces una disputa de ideas encontradas. No porque pensemos distinto o defendamos intereses distintos, sino porque representamos distintas ópticas”.
Cuartango dijo reivindicar “la negociación colectiva y el Consejo del Salario”: “Sirve para establecer pautas mínimas, por debajo de las cuales no puede estar ningún trabajador asalariado, que cumpla una jornada normal de trabajo”, sostuvo.
El ministro estaba adelantándose a la próxima pregunta. Sus palabras adelantaban la respuesta al interrogante por la reapertura de paritarias bonaerenses, para estatales y docentes. Distintos gremios pidieron no solamente discutir aumentos salariales, sino también mejoras laborales.
Sin embargo, la contestación de Cuartango fue tajante: “En este momento no estamos en condiciones de dar la reapertura de paritarias. Es un dato objetivo que nos marca la situación presupuestaria. No es que desconozcamos la legitimidad del derecho y la justicia que podría ser mejorar la situación salarial de los docentes. El gobierno de Scioli fue el que mejor recompuso en términos reales el salario de toda la historia contemporánea de la Provincia”, señaló el funcionario.
“Vamos a seguir discutiendo, nos vamos a poder confrontar, pero mantenemos la herramienta de la negociación colectiva, y la hemos institucionalizado”, concluyó.
Fuente: Diario El Atlántico
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